Estados Unidos gana por novena vez mundial de basquetbol femenil

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Un torneo de confirmaciones, tanto en la evolución de varias escuadras como en declive de otras, así podría resumirse lo ocurrido en el Campeonato Mundial de basquetbol femenil que se disputó este año en Turquía.

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Del 27 de septiembre al 5 de octubre pasado, la nación europea presenció cómo Estados Unidos sigue siendo la fuerza dominante en el deporte ráfaga femenil al conquistar de manera invicta esta competencia por novena ocasión en su historia.

Para Estados Unidos, esta fue la cuarta ocasión en las últimas cinco ediciones en que se corona, pues fue en Brasil 2006 cuando la escuadra de Australia evitó que las norteamericanas se convirtieran en tricampeonas al vencer en la gran final a Rusia.

El Mundial de Turquía fue el escaparate para confirmar que España se ha convertido en una de las escuadras referentes del deporte ráfaga femenil y que la medalla de bronce que había conseguido cuatro años antes en República Checa no había sido fortuita.

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España, dirigida por Lucas Mondelo, mostró un juego sólido, en el que explotaba las características de sus integrantes y dejó en claro que si bien no tenía grandes luminarias como las estadounidenses, quienes contaban con Diana Taurasi, Tina Charles y Sue Bird, sí tenía otro elemento a su favor, el trabajo conjunto que resultaba fundamental y lo que le había llevado a la final.

En el duelo por el título, las estadounidenses fueron más contundentes al desplegar un brillante juego interior y exterior que no dio opción a las hispanas de meterse al partido, pues además sacaron a relucir toda la experiencia de estar en estas instancias y desde el primer cuarto tomaron una ventaja que no se vería amenazada.

Otra que se confirmó de élite en el basquetbol femenil fue Australia, que por cuarta ocasión en los últimos cinco mundiales ocupó un lugar en el podio, por tercera ocasión con el bronce, lo que también había hecho en Alemania 1998 y China 2002.

La nación que más decepcionó fue Cuba, pues había sido el único país del área de América Central y el Caribe en subir en una ocasión al podio, en 1990 en Malasia, pero esta ocasión dejó en claro que está en plena reconstrucción, pues sólo pudo ganar uno de los cuatro partidos que disputó al dar cuenta de Corea del Sur por 73 a 57.

Finalmente, también resalta la decepcionante actuación de Brasil, que finalizó con marca de un triunfo y tres reveses, siendo su única victoria ante Japón por 79 a 56, lo que dejó en claro que tras el título logrado en 1994 y pese a tener jugadoras de gran calidad, no ha logrado conformar una escuadra que sea tan competitiva como aquella.