EFE / La Voz de Michoacán Túnez. El futbolista tunecino Nizar Issaoui murió este viernes como consecuencia de las quemaduras de tercer grado sufridas tras inmolarse el pasado lunes en protesta contra el abuso policial, después de ser acusado de terrorismo por una disputa vecinal en la región de Kairouan (centro). "Por una pelea con una persona que vende plátanos a 10 dinares (cerca de tres dinares) voy a comisaría y me interrogan por terrorismo. Terrorismo por una denuncia sobre plátanos", explicó el joven en un vídeo en directo publicado en las redes sociales segundos antes de pasar al acto frente a la jefatura de Policía. Issaoui, de 35 años y exjugador del equipo Union Sportif de Monastir (primera división), era padre de cuatro hijos y fue trasladado hoy desde la Unidad de Grandes Quemados de la capital hasta su ciudad natal, Haffouz, donde le recibieron numerosos vecinos para despedirle. https://twitter.com/SKhmira/status/1645514025382363138?s=20 Las fuerzas de seguridad hicieron uso de gas lacrimógeno para dispersar a decenas de habitantes que manifestaron frente a la comisaría para denunciar la muerte de Issaoui, lo que obligó a los comercios de la zona a cerrar. En 2018 la muerte de otro joven en las mismas circunstancias levantó una ola de protestas en Kasserine (sur) contra la degradación de las condiciones de vida en una de las regiones más paupérrimas del país. Abderrazak Rezgui, un cámara de 32 años que trabajaba en una cadena privada de televisión, se prendió fuego en directo en las redes sociales para denunciar la marginalización y abandono de los jóvenes desempleados. Rezgui explicó que con su acción pretendía iniciar una revolución como la que se desató en 2011 tras la inmolación de Mohamed Bouazizi, en la localidad vecina de Sidi Bouzid, y que puso fin a dos décadas de dictadura de Zine El Abidine Ben Ali.