Notimex / La Voz de Michoacán Sheffield, Inglaterra. Hace 31 años, el futbol de Inglaterra, en especial el Liverpool, quedó marcado por la Tragedia de Hillsborough, acontecimiento que tuvo lugar en el estadio del mismo nombre y que les costó la vida a 96 aficionados de dicho equipo, luego de que fueron aplastados contra las vallas. El 15 de abril de 1989, los reds se dieron cita en el inmueble ubicado en la ciudad de Sheffield para medirse al Nottingham Forest por un pase a la final de la Copa de Inglaterra, pero el ganador no se conoció ese día, pues además de las víctimas mortales hubo 766 heridos. Pese a las más de tres décadas que han pasado, los familiares de los fallecidos siguen firmes en sus exigencias de justicia, pues testimonios aseguran que los policías que resguardaban la seguridad del partido actuaron de manera negligente por confundir el hecho con hooliganismo, fenómeno violento muy común en esa época. Foto: Tomada de republica.com El hecho se dio con el antecedente aún vivo de la tragedia del estadio de Heysel, en Bruselas, Bélgica, escenario donde, cuatro años atrás, durante la final de la Copa de Europa, hoy UEFA Champions League, 39 seguidores perdieron la vida por el mismo incidente, cuando Juventus y Liverpool se enfrentaron por el título continental. En esa ocasión, la Unión de Asociaciones Europeas de Futbol (UEFA) aplicó un veto de seis años en contra del conjunto de Anfield y cinco sobre los clubes de Inglaterra para participar en competencias organizadas por la confederación. Los hechos que mancharon el balompié de Inglaterra En medio del movimiento de los Hooligans, violencia y desconfianzas por el desarrollo del cotejo, el operativo de seguridad incluyó el registro de automóviles que entraron a la ciudad de Sheffield, lo que provocó un retraso en la llegada de los aficionados y, por consiguiente, la enorme aglomeración de la mayoría de ellos afuera del estadio. Foto: Tomada de bbc.com El número de asistentes se volvió en una masa imposible de contener y organizar para el acceso al inmueble, cuya capacidad estaba a punto de ser rebasada. Ante el escenario, las autoridades decidieron abrir la puerta C para dar acceso a los miles de seguidores que desconocían el peligro de ingresar a uno de los sectores del estadio más débil y vulnerable, el Leppings Lane, parte más pequeña del recinto con una capacidad de más de 14 mil espectadores y que se asignó a los aficionados del Liverpool, que eran mucho más numerosos. Los hinchas del Nottingham, que representaban un aforo menor, fueron ubicados en el fondo Spion Kop, zona que podía albergar a 21 mil personas. Luego de unos minutos, el túnel de acceso que conectaba con la entrada C y Leppings Lane, se abarrotó de asistentes, por lo que se bloqueó la única salida, mientras las personas que se encontraban en la parte inferior de las gradas comenzaron a sentir la presión de la multitud que los aplastaba contra la estructura que lo separa del campo. En un principio, los policías se negaron a abrir las puertas para que los asistentes pudieran entrar a la cancha. Al percatarse de la realidad y gravedad del hecho, dieron acceso a las personas con el objetivo de dosificar la carga en las gradas, sin embargo, fue demasiado tarde, pues la reacción dio paso una escena lamentable. Foto: Tomada de republica.com De un momento a otro, el césped del estadio de Hillsborough pasó a ser un campo de heridos y gente en shock, así como desconcertada, que trataba de encontrar una explicación de la tragedia que, en un primer reporte, cobró 30 vidas, cifra que ascendió al pasar de los minutos, mientras otras personas esperaban atención médica desplomados sobre el terreno de juego. Poco menos de 50 ambulancias acudieron al inmueble para brindar asistencia a los afectados y tratar de salvar vidas. Al final de ese día, se registraron 96 defunciones por la avalancha.