Con poco menos de media entrada, se ha celebrado esta novillada en el Palacio del Arte. Resultó interesante ver el mano a mano de los dos novilleros más importantes y destacados en este momento en nuestro país, donde Antonio Mendoza se llevó el gato al agua al cosechar sólo una oreja por fallas con el acero, mostrándonos el gran momento por el que atraviesa. Dejó claro que está para mayores cosas. Juan Pablo Llaguno se despidió de novillero con una interesante actuación, mostrando su gran oficio y toda la calidad que atesora. Vimos también a un muy joven rejoneador, Sebastián Torre, lucir sus hermosos caballos de diferentes capas, mostrando que en él hay un excelente rejoneador. Se ha lidiado una bien presentada y muy buena novillada de Real de Valladolid, propiedad del Arq. Florentino Ramírez Villalón, vecino del municipio de Tarímbaro. Abrió plaza Sebastián Torre con el novillo “Bienvenido” de 365 kilos, muy bueno y con mucha clase que le permitió lucir sus jacas toreras: espectaculares quiebros en los medios, citando siempre de frente, toreando de costado y clavando banderillas en muy buen sitio. Con el rejón de muerte ha pinchado y aun así hubo petición que no se concede, para dar una vuelta al ruedo con mucha fuerza. Juan Pablo Llaguno, vestido de salmón y plata, en su primero de nombre “JR” con 417 kilos, con la capa lo ha bregado atinadamente para posteriormente torear a la verónica con mucha suavidad y acompañando. Hace un quite por chicuelinas en los medios, muy aplaudido. Con la muleta, empieza su faena con doblones y sobando mucho al novillo para pegarle tandas de derechazos muy suaves y muy templadas, no así por el lado izquierdo. Ha pegado un estoconazo, como mandan los cánones, y tener fuerte petición que no se concede. Salió al tercio a recibir la ovación. En su segundo, de nombre “Emiliano” con 415 kilos, ha toreado muy bien a la verónica con lances muy cadenciosos que fueron muy aplaudidos. Después de brindarle la faena al maestro Juan Bautista, cita desde los medios para pasar un gran susto ya que el novillo se lo llevó feamente por delante; se levantó sin mirarse la ropa y con la mano izquierda le ha ligado dos tandas de naturales por abajo, muy largo y muy templado, desmayando los brazos. Lamentablemente la espada se le fue muy abajo y perdió la oreja que tenía ganada. El público reconoció su labor con una gran ovación en los medios. Antonio Mendoza, de azul, pavo y oro, en su primero que fue el mejor novillo de la tarde, lo ha toreado muy bien a la verónica siempre muy firme y caminando hacia adelante. Con la muleta ha toreado por naturales por nota, parando, templando y mandando; y por la derecha ligó perfectamente los pases girando únicamente y ligando los forzados de pecho que resultaron una pintura. Terminó con molinetes afarolados y medios pases de muy buen gusto. Después de un pinchazo, deja media estocada en muy buen sitio para tener una fuerte petición de oreja, misma que pasea bajo las ovaciones del público. Con el que cerró plaza, “Triunfador” de 445 kilos, nada pudo hacer con el percal porque el novillo salía muy suelto. Después de que Juan Pablo Llaguno hizo un quite por chicuelinas antiguas, Mendoza replicó con otro quite por chicuelinas muy ajustadas en el centro del ruedo, lo que mereció la ovación del público. Con la muleta se hizo muy bien del novillo, consintiéndolo, sobándolo y torearlo por derechazos con mucha voluntad, firmeza y valor, yendo siempre hacia adelante, tapándole la salida y toreándolo por derechazos con mucho temple. Una faena de mucho mérito que a base de insistencia y pundonor logra convencer a los aficionados. Terminó su labor con media estocada en un muy buen sitio, escuchó un aviso y una gran ovación.