Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Kemonito vivió, sufrió y venció el bullying en alguna etapa de su vida. El apoyo de sus padres fue fundamental para que no le hiciera daño y lo viera de otra forma. Para él, la envidia de las personas se llama bullying. Por otro lado, se ha ganado el respeto y admiración de los aficionados, su alegría y sencillez entre sus virtudes, dijo en entrevista con Excélsior. “Hablando de México porque en todo país hay. Hablando de México, siempre ha habido bullying. De chico lo viví y lo sufrí hasta cierto modo. Lo viví por mi tamaño, me hacían a un lado, me rechazaban o equis. Lo viví poco porque mis padres me enseñaron que porque yo estaba chiquito nada me iba a detener, tenía brazos, piernas, sabía pensar, ¿qué me detenía? Eso me ayudó a que el bullying no me hiciera daño porque lo empecé a ver de otra forma. La envidia de la gente se llama bullying porque uno, sea como sea, tiene que pensar y las personas que hacen bullying son gente que no sabe pensar”, indicó en entrevista para el diario nacional. Con 43 años en la lucha libre, el originario de la Ciudad de México afirma que el único impedimento está en la cabeza para lograr lo que se quiere y se necesita, aunque los años en la lucha libre le han cobrado factura, sus rodillas lo resienten. “Mi vida me ha enseñado que todos, no hay excepción de personas de ninguna forma, todos podemos salir adelante, tener lo que queremos, lo que necesitamos. No porque tengamos baja estatura o no tengamos una pierna o un brazo o estemos gordos, no hay impedimento. Siempre he dicho que el impedimento está en la cabeza porque es uno donde dice ‘ah no, me da miedo, mejor me voy’. No, aquí siempre vamos a enfrentar los problemas, pero hay que saltarlos. ¿Cómo? Echándole ganas”, dijo. Admirador de Mil Máscaras por su tapa, físico y su estilo de lucha, “es alguien especial”, dice Kemonito. En la actualidad hay gladiadores jóvenes a los que admira, como Guerrero Maya, Titán, Místico y Volador. La sencillez, la alegría, su talante amigable, son parte de su ADN. “Si uno se enoja no lleva a nada. La humildad da paz y tranquilidad”. “Trato de ser sencillo y amigable porque eso de enojarse con todos no lleva a uno nada. Al contrario, se amarga uno y vienen las enfermedades por medio del enojo. La humildad no quita nada, no hace daño, pero sí da mucho, da amigos, da tranquilidad y da paz”, mencionó. Fuera del ring, se dice un jefe de familia normal, como todos. Atiende a su familia y se da tiempo para atender todo lo que es el personaje de Kemonito. “Es normal como todos. Soy un jefe de familia. Tengo a mi familia que tengo que atender, pero en parte también me absorbe fuera de aquí todo lo que es de Kemonito porque como hago mis suvenires, mis muñecos, mis máscaras, varias cosas, eso me atañe mucho tiempo también y luego que una entrevista, convivio, pero me doy mi tiempo para todo”, dijo. La sencillez y bondad que hay en la persona le ha servido para ganarse el cariño del respetable, a quien le hace la siguiente petición: “Ténganse amor uno a otro, amen a los demás. Tengan cariño, no quieran sobajar a otros. ¿Por qué? Porque nada más buscan pleitos, peleas, y solo nos estamos comiendo unos a otros sin pensar que nos estamos haciendo más daño. Hay que tener amor, hay que ayudar, claro, no a todos se les puede ayudar, menos a los mentirosos, hay que tratar y verlo de otra forma”, señaló.