Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. “Hay hombres que luchan un día y son buenos, hay hombres que luchan un año y son mejores, hay quienes luchan muchos años y son muy buenos, pero los hay quienes luchan todos los domingos… ¡esos son los chidos! ¡Santo, El Enmascarado de Plata!”, inicia “Guacarock del Santo”, tema musical de la banda de rock Botellita de Jerez lanzado en 1985 dentro del disco “La venganza del hijo del guacarock”. Hoy, 5 de febrero, se cumplen 41 años de la partida de una de las figuras más emblemáticas de la cultura popular y la lucha libre mexicana: El Santo. Rodolfo Guzmán Huerta, nombre real del luchador, falleció a los 66 años, dejando un legado imborrable que marcó tanto al deporte como al cine. Su muerte, ocurrida tras una función en el Teatro Blanquita, en la Ciudad de México, dejó al país en shock, pues El Santo, aunque ya retirado, seguía siendo una figura muy querida por todos. Aquel 5 de febrero de 1984, El Santo se encontraba realizando un acto de escapismo como parte de su espectáculo, pero su partida marcó el fin de una era dorada para la lucha libre mexicana. Curiosamente, pocos días antes de su muerte, El Santo había realizado una de sus escasas apariciones sin máscara, revelando una parte de su rostro en el programa “Contrapunto”, conducido por Jacobo Zabludovsky. Sin embargo, a pesar de esa rara revelación, nunca perdió su máscara en una lucha de apuestas, logrando un total de 24 victorias en su carrera. Aunque su técnica de lucha no era la más depurada, su carisma y su conexión con el público lo convirtieron en una leyenda. Entre sus contribuciones a la lucha más recordadas está la famosa llave “de a caballo”, popularizada por el luchador Gori Guerrero. Orgullo hidalguense Rodolfo Guzmán Huerta, mejor conocido como El Santo, nació el 23 de septiembre de 1917 en Tulancingo, Hidalgo, en el seno de una familia numerosa. Desde pequeño mostró interés por los deportes y la actividad física, pero fue en la adolescencia cuando se empezó a involucrar en la lucha libre. Aunque no se hablaba mucho de su vida privada (siempre buscó mantenerla al margen de su fama), se sabe que tuvo una infancia humilde y trabajó desde temprana edad para ayudar a su familia. Antes de adoptar el nombre que lo volvería inmortal, usó otros seudónimos como El Hombre Rojo o Rudy Guzmán. Fue en 1942 cuando tomó el nombre de El Santo, convirtiéndose en leyenda en las arenas de todo el país. Con su característica máscara plateada y su estilo valeroso, El Santo no solo ganó campeonatos sino también el corazón de los aficionados, que veían en él a un héroe de carne y hueso. Y aunque su técnica de lucha no era la más depurada, su carisma y su conexión con el público lo convirtieron en una leyenda. Entre sus contribuciones a la lucha más recordadas está la famosa llave “de a caballo”, popularizada por el luchador Gori Guerrero. El Santo fue pionero en llevar el espectáculo de la lucha libre mexicana más allá de las fronteras, convirtiéndose en un ícono de la cultura popular. La noticia de su fallecimiento estremeció a la nación y unas 10 mil personas acudieron a su funeral en el panteón Mausoleos del Ángel, en Ciudad de México; entre ellos, figuras icónicas de la lucha libre como Black Shadow y Blue Demon. Sus autos y el glamour dentro y fuera de la pantalla El Santo solía presentarse en el cine y en eventos promocionales en autos llamativos, frecuentemente convertibles o de modelos clásicos estadounidenses que iban acorde con la imagen de superhéroe moderno de la década de 1960 y 1970. Aunque no hay un registro exhaustivo de todos los vehículos que poseyó (pues guardaba con recelo su vida privada), se sabe que en varias películas manejó coches de lujo e incluso llegó a lucir deportivos que se convirtieron en parte esencial de su mitología fílmica. Leyenda de la pantalla grande El Santo no se conformó con ser estrella en los cuadriláteros: a finales de la década de 1950 y principios de 1960 dio el salto al cine, protagonizando más de 50 películas. Sus filmes mezclaban aventura, fantasía, ciencia ficción y, por supuesto, lucha libre. Estas películas, muchas veces de bajo presupuesto, se convirtieron en auténticos clásicos de culto no solo en México, sino en todo el mundo, gracias a su peculiar estilo y a la incomparable presencia de El Santo. A continuación, te presentamos 10 películas imperdibles para comprender la relevancia de este ídolo: Santo contra el Cerebro del Mal (1961) Su primera película filmada (aunque se estrenó algo después). Marca el inicio de su exitosa carrera cinematográfica. Santo contra los Zombis (1962) Uno de los primeros enfrentamientos del Enmascarado con seres sobrenaturales. Acción y terror al más puro estilo de la época. Santo contra las Mujeres Vampiro (1962) Probablemente la cinta más famosa de El Santo. Mezcla de horror gótico y lucha libre, es un ícono de la cultura pop mexicana. Santo en el Museo de Cera (1963) Misterio y tensión en un museo donde las figuras cobran vida; Santo demuestra su astucia fuera y dentro del ring. Santo contra el Estrangulador (1963) Con tintes de thriller, introduce un villano más realista que contrasta con los monstruos y la ciencia ficción habituales. Santo contra Capulina (1968) Un giro hacia la comedia familiar al lado de Capulina, que muestra la versatilidad de El Santo en la pantalla. Santo y Blue Demon contra los Monstruos (1970) La dupla de luchadores más icónica se enfrenta a vampiros, momias y otros engendros. Uno de los crossover más populares. Santo vs. la Invasión de los Marcianos (1967) De las películas más extravagantes de El Santo. Mezcla lucha y ciencia ficción, con marcianos que ponen en jaque al planeta. Santo vs. la Hija de Frankenstein (1971) Regreso al terror clásico con una científica que intenta revivir experimentos macabros mientras Santo se convierte en héroe salvador. Santo y Blue Demon contra Drácula y el Hombre Lobo (1973) Dos leyendas de la lucha mexicana contra dos monstruos inmortales. Acción trepidante y atmósfera de horror setentero. Estas cintas, llenas de acción, fantasía y ese particular encanto de las producciones de la época, han trascendido los años y siguen ganando fanáticos alrededor del mundo.