México- Floyd Mayweather el impoluto, el que nadie puede atrapar arriba del ring, el que cuando ya se le logra conectar un golpe, él ya cosechó unos tres. El mejor libra por libra, sin discusión alguna. Floyd en una segunda cátedra a Marcos “Chino” Maidana. “Money” (47-0, 27KO), con toda autoridad, se volvió a imponer por segunda ocasión a Maidana (35-5, 31KO) para retener, en una histórica pelea, sus cetros Welter y Superwelter del Consejo Mundial de Boxeo, además del Welter de la Asociación Mundial de Boxeo, en una misma velada en el MGM Grand, de Las Vegas, Nevada, en Estados Unidos. Las tarjetas sellaron su triunfo unánime por 115-112 y un doble 116-111, ante los abucheos del público, que ya no toleran más el boxeo esquivo y sin fajarse, pero, al mismo tiempo efectivo y pulcro, de Mayweather. El campeón sacó sus juegos de piernas desde el primer round. Sus clásicos movimientos sobre pies de un lado a otro, con un “Chino” parado y sin atreverse a ir por “Money”, con pocos intercambios de golpes, contrario a lo que ambos habían prometido. El aliento argentino se dejó escuchar desde cada rincón del MGM Grand. Gritos de apoyo al sudamericano, quien no lograba conectar a un Mayweather en una de sus noches de mayor velocidad. El estadounidense se quitaba una y otra vez de la mira. Maidana se animó a tirar más golpes para el tercer asalto. Acortó su distancia un poquito más y hasta logró conectar con potencia el rostro de Floyd en los últimos segundos; no obstante, también el de casa ejecutó varios jabs. El argentino salió explosivo para el siguiente round, puso contra las cuerdas en un par de ocasiones a “Money” y varios de sus bombazos alcanzaron su objetivo, pero a Floyd le basó un sólo jab para hacer sangrar la nariz del retador. Marcos bajó el ritmo para el quinto asalto, como una manera de administrar sus energías; en tanto, Mayweather volvió a respirar al mantenerse a la media distancia y aguantando a contragolpear. El labio superior de Floyd empezó a sangrar y, con ello, a respirar con la boca abierta. Una escena poco habitual en el estadounidense quien, no obstante, siguió evadiendo los castigos con su clásica velocidad. En el séptimo round, “Money” volvió a controlar el ritmo de la contienda, más seguro y en el resguardo de su media distancia. Las indicaciones de su esquina fueron dirigidas a que evitara el intercambio de golpes sobre las cuerdas. La pelea cayó en una discusión sin sentido por parte de Mayweather con el réferi Kenny Bayless, al alegar un mordisco en el guante por parte del argentino, que más bien pareció una artimaña para romper el ritmo de la contienda. El réferi reconoció que no vio nada ilegal al respecto. Para el décimo asalto, la desesperación de Maidana era notable. Agarró a “Money” de una tacleada y lo lanzó a la lona como si de lucha libre se tratara. Una acción que le costó un punto menos de castigo. Floyd empezaba ya a jugar con las ansias de su rival. Los últimos episodios fueron para el campeón que, con el oficio de la experiencia, sólo se dedicó a torear los últimos golpes lanzados por el sudamericano, quien ya tenía su energía agotada para esa instancia.