Agencias / La Voz de MichoacánMarc Márquez-Honda, Honda-Marc Márquez. Este binomio sin duda ha marcado un antes y un después en la época reciente del motociclismo. Su hegemonía desde 2013 hasta 2019 en MotoGP fue tal que solo parecía que ellos mismos eran los únicos que podían acabar con su dominio. Y así fue. En la primera carrera de ese atípico 2020, el de Cervera se fue al suelo, se lesionó del hombro y a partir de ahí ha estado más tiempo apartado de las pistas que corriendo ellas. Y lo peor es que el equipo se quedó igual de conmocionado que el piloto y siguen pagando las consecuencias. Nadie duda que durante la época de más éxito quien tenía la voz cantante del desarrollo de la Honda era Marc. Al final es el ocho veces campeón del mundo el que te está llevando a la cima. Pero una vez este ya no estaba, la capacidad de reacción de una marca como los del ala dorada fue mínima. Han pasado pilotos de la talla de Álex Márquez, doble campeón del mundo; Pol Espargaró; campeón del mundo o Jorge Lorenzo, cinco veces campeón (este último con Marc en pista); y aun así fue imposible dar con la tecla. De hecho, el hermano menor de Marc y el que hasta ahora era su compañero, el menor de los Espargaró les ha cambiado la cara en los pasados test de Valencia para 2023. Sonrisa de oreja a oreja para ambos, Álex con la Ducati y Pol con la KTM. Ven más futuro en sus nuevas marcas que con Honda. Los nipones van tres temporadas atrasados porque desde 2020 que van desesperados para tener un camino claro. Y lo peor es que de momento Márquez tampoco ha conseguido ser el de antes en gran parte por esta mínima evolución. Marc Márquez junto a Joan Mir en los test de Valencia. Foto: Jose Breton/Pics Action/NurPhoto via Getty Images. “No vale con un paso, tienen que dar dos” o “Cuando esperas a los Reyes Magos y no hay regalo, no sonríes tanto” son algunas de las perlas que dejó el catalán tras probar la moto del año que viene en Valencia. Ni por asomo está igual de satisfecho que Pol o su hermano. Y el problema es cuando hace la crítica. Los test de Valencia suelen ser para hacer una primera toma de contacto, pero todos se lo suelen tomar con calma. Que a las primeras de cambio, Márquez opte por una estrategia más agresiva es sin duda un síntoma de que su paciencia está llegando a un límite. Él ha sido el mejor de Honda en unos tres años de auténtica pesadilla para los japoneses. La marca debe responder. A lo largo de este 2022 ya se han visto mensajes de que a Marc no le temblará el pulso para buscar alternativas si el panorama no mejora en un futuro próximo. El español firmó un contrato multianual en 2019 que lo ligaba con los del Repsol Honda hasta 2024. Solo faltan dos años y nadie esconde que fichar a Márquez es algo por lo que se pueden mover cantidades importantes de dinero e intereses. En Ducati o KTM hablan sin tapujos de ello. Honda debe mover ficha a la de ya porque sino su desastre pasará a ser ya irreversible.