Lionel Messi y Neymar siguen en racha y el martes volvieron a marcar cada uno un gol en la victoria del Barcelona por 3-1 sobre el Ajax, que dejó al cuadro azulgrana segundo del Grupo F en la Liga de Campeones. Fue el quinto partido seguido en todas las competiciones en que Messi y Neymar anotaron al menos un gol cada uno, y el argentino rebajó a la vez el margen que le separa de convertirse en el máximo goleador de la historia de la Champions, alcanzando las 69 dianas. El récord absoluto es propiedad del ex futbolista de Real Madrid, Raúl González, con 71 redes. El madridista Cristiano Ronaldo, también con 69 conquistas, tendrá ocasión de engordar su cuenta el miércoles cuando los blancos visiten al Liverpool en el Grupo B. Messi, quien acumula nueve goles en todas las competencias en la presente temporada, asistió en el tanto de Neymar, autor de otros 10, a los siete minutos, y celebró el segundo a los 24. Ambos astros fueron sustituidos en la segunda parte para llegar más descansados al clásico de la liga española contra el Madrid, el próximo sábado. El relevo pudo costarle caro el cuadro local con el tardío tanto del suplente Anwar El Ghazi (88), pero los azulgranas ampliaron el resultado en los descuentos por vía del también suplente Sandro Ramírez. Con seis unidades, el equipo español se mantiene así a tiro del Paris Saint Germain en el cuadro F, que lideran los franceses con siete puntos tras vencer 1-0 en cancha del Apoel Nicosia con gol del uruguayo Edinson Cavani. El Barsa jugó a la carta, sin miramientos ni concesiones de arranque al imberbe Ajax. Aceleró el juego cuando percibió ocasión de ganar la espalda a la zaga visitante y ralentizó la circulación de la pelota cuando le convino tomarse un respiro y añadir kilómetros a las jóvenes piernas de sus rivales, siempre voluntariosos, pero pocas veces sincronizados en la presión. Había pedido Frank De Boer, el entrenador holandés, mejora respecto a su última visita al Camp Nou, cuando los "ajacied" salieron goleados por 4-0 en el curso pasado. Pero las sensaciones iniciales no fueron alentadoras: Neymar marcó al primer arribo azulgrana, pintado en el taller artístico de Messi y Andrés Iniesta, con apertura del argentino para la carrera del elástico brasileño, quien torció el cuerpo y acomodó con la diestra al poste opuesto del arquero Jasper Cillessen. Como castillo de naipes, la noble propuesta futbolística del Ajax se vino abajo con el primer tanto. El Barsa superaba con facilidad la presión adelantada de los hombre de De Boer y, bien anclado en la referencia del argentino Javier Mascherano en el eje del mediocampo, ganaba la zona de tres cuartos de cancha con la clarividencia de Iniesta, fresco en la recepción, hábil en la conducción y letal en el pase; como el que filtró a Messi para el segundo tanto, que el argentino convirtió de zurda tras excelente control en el área, pese tocar con la mano el arquero. Cuando optó por salir al contragolpe, el equipo entrenado por Luis Enrique se reveló también punzante, y Pedro Rodríguez culminó una vertiginosa jugada con participación de Neymar y Messi disparando al poste izquierdo de Cillessen. Solo Gerard Piqué flaqueaba un tanto en la retaguardia barcelonista, cubierta sin grandes sobresaltos por Marc-André ter Stegen. Un error del central a punto estuvo de complicarle la vida al arquero, pero el disparo visitante más peligroso de la primera parte fue de Kolbeinn Sigthorsson, desviado fuera por Marc Bartra. Iniesta tuvo el tercero en aventura individual previo al descanso pero, tras deshacerse de hasta cuatro rivales, pero erró en la definición frente al portero. Messi probó el más difícil todavía en la reanudación y sorteó a tres oponentes en el área, disparando con poco ángulo al lateral de la red, y finalmente provocando réplica ofensiva del Ajax con circulación horizontal de la pelota y derechazo desviado de Ricardo van Rhijn. Con el partido aparentemente controlado y el resultado satisfactorio, Luis Enrique dio relevo a Neymar a falta de media hora y Messi se tomó también un inhabitual descanso a los 65, cuando dejó su lugar a Munir El Haddadi y se retiró ante una cerrada ovación. La noche se antojaba plácida para los locales, pero la entrada de El Ghazi a los 73 revolucionó al Ajax y, ante la tibieza de Bartra, el ariete remató a la red una llegada a trompicones de los holandeses para ponerle pimienta al desenlace. El equipo de De Boer buscó la gesta en los instantes finales, pero Ramírez, sustituto de Neymar, cerró la cuenta con un remate cruzado a la contra.
La Voz de Michoacán
