Mets de Nueva York (1-2) despertó a tiempo en la Serie Mundial 2015 y se llevó el tercer encuentro por lapidario 9-3 sobre Reales de Kansas City (2-1), ante la locura del Citi Field que sueña con repetir festejo este sábado. Pese a que su equipo arribó con desventaja de 0-2, el respetable neoyorquino empezó con gran expectación este duelo, emocionado porque su ex receptor Mike Piazza se encargó de lanzar la primera bola en la tradicional ceremonia de apertura que dejó a punto el ambiente en este recinto. Como si les faltaran motivos para animar, los locales se encendieron aún más cuando su abridor novato Noah Syndergaard recetó un ponche al primer adversario que enfrentó; sin embargo, no tuvo la misma suerte en el resto del rollo y permitió una carrera, aunque el daño bien pudo ser mayor. Primero Ben Zobrist le pegó un doblete, después un indiscutible del jardinero Lorenzo Cain catapultó a su compañero a la antesala y finalmente el segunda base de Kansas ingresó a la registradora, empujado tras un buen turno del primera base Eric Hosmer. El griterío en la Gran Manzana disminuyó al verse abajo en la pizarra tan temprano, pero repuntó rápido pues los suyos contestaron con cuadrangular del capitán David Wright, en el cual se llevó por delante al jardinero Curtis Granderson para darle la vuelta al marcador 2-1. El experimentado antesalista se mandó el segundo “vuelacercas” de su carrera en postemporada y primero en la Serie Mundial, a la cual accedió después de una prolongada espera que data de su debut como profesional en 2004. El tanteador volvió a sacudirse para el segundo capítulo, pero sólo en favor de los visitantes, quienes celebraron dos “rayitas” más; una fue por cortesía del jardinero de ascendencia puertorriqueña Alex Ríos, cuyo sencillo remolcador trajo a “home” al receptor venezolano Salvador Pérez.