Michael Jordan, quien hoy cumple 52 años de edad, sigue tan vigente en el basquetbol mundial como si estuviera activo, gracias a su espectacularidad, su vuelo en las clavadas, personalidad y principalmente por ser un triunfador. Desde niño empezó a exhibir su gracilidad y virtud ante el tablero, tanto que en 1984 también fue conocido como “he can do it all” (puede hacerlo todo) y después ganó los sobrenombres: “His Airness” (Su Aireza) y “Air Jordan” (Aire Jordan). Su filosofía de triunfo es: “Paso a paso. No concibo ninguna manera de lograr las cosas”, y así escaló la cima mundial con seis campeonatos en la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA) con Chicago Bulls en 1991, 1992, 1993, 1996, 1997 y 1998. Además de ser en cada coronación el Jugador Más Valioso, distinción que obtuvo en los Juegos de Estrellas de 1996 y 1998, a los que asistió en 14 ocasiones para plasmar la admiración del público que lo eligió para estar presente. Otro de sus conceptos sobre la duela es que “El talento gana juegos, pero el trabajo de equipo y la inteligencia ganan campeonatos”, y con base a ello encabezó la conquista de las medallas de oro en los Juegos Olímpicos Los Ángeles 1984 y Barcelona 1992. Michael Jordan llevó la difusión y la promoción del basquetbol a todas partes del mundo, su imagen abarcó todos los sectores de la sociedad en el orbe, su playera con el número 23 se vendió en millones, al igual que los zapatos que fabricó la marca de la palomita en su nombre. Hizo del baloncesto un deporte global, se convirtió para muchos en el más grande basquetbolista en la historia, se inmortalizó el 11 de septiembre de 2009 al ingresar al Salón de la Fama y actualmente se desempeña como presidente y accionista mayoritario de Hornets de Charlotte.