Oakland. Mike Brown vive las finales NBA 2017 como jamás se imaginó, siendo interino por enfermedad del entrenador titular Steve Kerr, y además contra Cavaliers de Cleveland y LeBron James con los que palpitó su primera experiencia en esta instancia. El 3 de julio de 2016 se confirmó la llegada de Brown a la organización de los Dubs, tras la salida del auxiliar Luke Walton, y desde entonces se ha convertido en un confidente de Kerr y en su continuador en la línea triunfadora de Warriors de Golden State. En los actuales playoffs se incrementaron los dolores de Kerr en su espalda y después del segundo juego de la serie ante Portland pidió permiso indefinido para atenderse. Brown continuó la obra y Golden State barrió a Portland 4-0, hizo lo mismo ante Utah y San Antonio, para que Warriors sea el primer equipo en ganar 12 juegos seguidos en esta etapa y de paso estar en la tercera final consecutiva y las mismas ante Cavaliers. “Mike ha hecho un trabajo increíble”, expresó Kerr el lunes anterior. “Tiene que entrenar el equipo a su antojo y tiene que tomar esas decisiones como si fuera su conjunto, pero también ha tomado mis consejos”. Brown es un especialista en temas defensivos, pero jamás pone freno a sus jugadores, y trae una mezcla de escuela de estrategas de Bernie Bickerstaff, Gregg Popovich y Rick Carlisle, y obviamente la influencia de Kerr. De seguir de responsable en el banquillo de Warriors va vivir sus segundas finales NBA, siendo la primera curiosamente al mando de Cavaliers de Cleveland en 2007, cuando de manera desafortunada cayó 0-4 ante Spurs de San Antonio. Él tenía entonces 37 años y LeBron James 22 y ahora el jueves por la noche estarán juntos, pero de contrincantes. “Era un entrenador y formábamos un equipo joven”, compartió, quien tiene ahora 47 años. Por el lado de Cavaliers de Cleveland está otro entrenador joven, Tyronn Lue, de 40 años, quien como jugador fue campeón con Lakers de Los Ángeles en 2001 y 2002, y como estratega llevó a Cavaliers a la coronación en el 2016.
La Voz de Michoacán
