Redacción web / La Voz de Michoacán. Sin malicia y con el ánimo dibujado en rostro y actitud, los deportistas con parálisis cerebral pusieron el corazón por delante para en la 2ª. Ruta Ciclista 2013 para Personas con Parálisis Cerebral. Fresca mañana de domingo y la avenida Madero libre de tráfico, esperó la llegada de los visitantes del Estado de México, Tamaulipas y Distrito Federal así como a los anfitriones de Michoacán que confiaron en el gobierno municipal de Morelia y con entusiasmo no dudaron en participar en esta justa creada especialmente para quienes presentan esta discapacidad. Imponente la catedral moreliana fue mudo testigo del arribo de visitante y de los de casa; ellos, los competidores son ángeles del cielo. Para sus padres son un regalo de Dios y para nosotros, un ejemplo grande” dijo la señora Aurorita Gutiérrez trabajadora de la Dirección de Aseo Público del Ayuntamiento que reflexiva, detuvo su carrito de limpieza para observar a los deportistas visitantes que llegaban apoyados por sus familiares. Y es que ocupan de esa mano amiga y protectora para realizar sus actividades y a cambio, prodigan sonrisas y abrazos a quienes les rodean; ellos, los ciclistas, dan amor sincero, “son una bendición” abundó doña Aurorita y continuó su andar por el centro histórico que junto a otros trabajadores mantienen impecablemente limpio. Nuevamente, Morelia reiteró su proyección al mundo, como una sede segura, cálida y preparada para recibir al turismo del deporte, negocios, esparcimiento, cultura y recreación, brindando servicios de calidad y atención amable de sus habitantes. Este domingo las campanadas que tradicionalmente anuncia la celebración de la misa en la Catedral de Morelia, en esta ocasión también fue la celebración y bienvenida que a nombre de todos los ciudadanos les brindó a los visitantes el máximo símbolo de la ciudad. La fortaleza y entusiasmo de los participantes contagió a todo quien asistió al evento y a quienes en ese momento transitaban por el primer cuadro de la ciudad, los que después de ver sus sonrisas y su emoción, no dudaron en unirse a esta fiesta en la que jóvenes con parálisis cerebral daban maestría de las ganas de vivir, de la voluntad de seguir adelante.