Cuando parecía que la división Welter de la UFC se encontraba francamente estancada, con un reinado cada vez más asentado de Kamaru Usman tras derrotar, por segunda vez, a Jorge Masvidal, algunas voces autorizadas piensan ya en un nuevo retador al título en un combate que haría las delicias de miles de aficionados. Concretamente, Ali Abdelaziz, representante de Usman, ha afirmado que del combate entre Leon Edwards y Nate Díaz podría surgir el próximo aspirante al título. Esta podría ser la gran oportunidad para Nate Díaz, originario de Stockton, California, pero de ascendencia mexicana, y cuyo último combate fue, precisamente, contra Masvidal, donde perdió por parada médica en un enfrentamiento que estaba siendo francamente espectacular. Justamente, Masvidal ganó el título BMF, creado para esta pelea entre ambos, dada la fama de “chicos malos” que comparten. Tanto Nate Díaz como su hermano Nick siempre han tenido una personalidad muy carismática, pero Nate se hizo especialmente popular tras conseguir derrotar al archiconocido Conor MacGregor; de hecho, la revancha entre ambos batió records de recaudación dada la enorme expectación que despertaba la pelea. Por supuesto, la UFC, con Dana White al frente, supo cebar el evento con la apropiada publicidad, contando con los comentarios que los propios luchadores realizaban en redes y medios de televisión. Si algo hay que concederle a White es que ha sabido aupar a la UFC al Olimpo de los negocios, realizando estratégicos convenios con televisiones, como ESPN o Fox, y con marcas de primer nivel, como con Reebok o PokerStars, con quien mantiene una alianza exclusiva a nivel mundial. Por supuesto, aquella revancha no defraudó; y algunos aún demandan que se cierre la trilogía entre ambos. Pero el primer paso para el de Stockton es poder ganar a Edwards y un pequeño contratiempo ha hecho que la pelea tenga que retrasarse al menos un mes, pasando de mayo a junio, debido a una lesión menor de espalda durante un entrenamiento. Evidentemente, la preparación para Díaz está siendo de lo más dura: Edwards viene con una racha estratosférica, con nueve victorias seguidas y un “Sin resultado” (tras hacerle un piquete accidental de ojos a su rival en la última pelea y que éste no pudiese continuar), y actualmente se encuentra como número 3 en ranking oficial de la división. Por otra parte, el campeón actual tiene otros planes a corto plazo. Y estos pasan por pelear con Michel Chiesa en, aproximadamente, un mes, aunque el evento aún no está confirmado. Lo que sí parece estar claro es que el nigeriano mantiene su profunda enemistad con Colby Covington, al que ya venció en una ocasión, y que pese a ser el retador natural (se encuentra como número 1 de la división), no recibe la oportunidad de una revancha por parte de Usman. También hay que decir que, para algunos, Covington es el único que podría destronar a Kamaru por su gran dominio de la lucha; pero también es cierto que el campeón fue muy superior a él en la confrontación que tuvo lugar hace ahora un año y medio. Respecto a Díaz, sus opciones de campeonato son limitadas. El californiano se ha mostrado irregular durante su carrera y ostenta un récord discreto, con 20 victorias y 12 derrotas. Y aunque ha vencido a nombres ilustres, como McGregor, Cerrone o Pettis, también ha caído estrepitosamente ante otros rivales de menos entidad. Eso sí, si algo nos ha enseñado la UFC en sus casi 28 años de historia es que todo puede pasar en un octágono. Y también sabemos que ver a Díaz peleando es puro espectáculo (al igual que verlo en las ruedas de prensa) y que lo da todo durante los enfrentamientos: siendo un buen pegador, muy hábil en el suelo y un encajador valiente y fiero. Si tiene opciones al título, lo sabremos en aproximadamente un mes y medio. Si no, puede que se celebre la tan esperada trilogía contra Conor. De una forma u otra, será una gozada ver al menor de los hermanos Díaz ponerse las guantillas otra vez para convertirse en un gladiador.