Neymar y Luis Suárez confirmaron el domingo que están en espectacular racha goleadora, volvieron a evidenciar su paso al frente en ausencia de Lionel Messi, y pusieron momentáneamente líder de la liga española al Barcelona, que ganó 3-0 de local al Villarreal con dos tantos del brasileño y otro del uruguayo. Ambos han combinado para anotar 20 de las 23 dianas del Barsa desde que el astro argentino cayera lesionado por la sexta fecha del campeonato. Y con su más reciente exhibición, dejaron a los azulgranas con 27 puntos, presentando a la vez sus credenciales para el clásico de la próxima fecha contra el Real Madrid, que cuenta 24 unidades y podría recuperar la punta por balance goleador al término de la jornada, cuando enfrente al Sevilla. La idea para el choque dentro de dos semanas, una vez disputados los partidos de selecciones, es que el Barsa pueda contar con Messi; pero quizás no sea necesario apresurar su recuperación, dado el estado de forma de Neymar, quien abrió y cerró el marcador con goles a los 60 y 85 minutos, y Suárez, quien completó la cuenta a los 70. El último gol de Neymar fue especialmente fantasioso, al deshacerse de su marcador con un globo en carrera y remate a la media vuelta. "Había pensado la jugada antes. Estoy muy feliz", dijo Neymar. "Perdimos un poco el control del partido y se puso caliente, pero estuvimos muy bien y creamos numerosas ocasiones. Jugamos un bran partido". Los barcelonistas siguen perfectos en su estadio por la undécima fecha, con seis victorias en seis partidos disputados y sumaron su cuarto partido sin encajar un gol, mientras que el Villarreal marcha quinto con los mismos 20 puntos que el Atlético de Madrid, que recibe a continuación al Sporting de Gijón. En el partido de la mañana, el Athletic de Bilbao venció de local al Espanyol por 2-1 e hilvanó su sexta fecha seguida invicto para mantenerse octavo con 17 puntos, a dos de distancia de las posiciones que dan opción a jugar copas europeas. El segundo gol del campeonato del paraguayo Hernán Peréz a los 51 minutos apenas sirvió al Espanyol para igualar momentáneamente el tanto de Iñaki Williams (8), pues Raúl García (64) decantó finalmente la balanza del lado rojiblanco. "Queríamos llegar al parón de selecciones con buenas sensaciones. Trabajamos muy bien y nos vamos muy contentos", comentó García a tenor de las cinco victorias seguidas del Athletic en todas las competiciones. También fue el quinto gol en los últimos tres partidos para Williams, autor de sendos dobletes frente al Betis en la liga y el Partizan de Belgrado en la Liga Europa. Los "periquitos", que acumulan tres partidos sin ganar, están duodécimos con 13 unidades. "Hemos apretado mucho, jugando un gran partido. Pero no tuvimos la misma y tranquilidad atrás. Hay que estar atentos. La próxima en casa, ya nos veremos", dijo Pérez, quien acabó dolorido del gemelo derecho. Los goles tardaron en llegar en Barcelona pero, cuando lo hicieron, cayeron por la vía habitual de Suárez y Neymar. La primera mitad fue equilibrada, con dos claras ocasiones para el Barsa, en que Mario Gaspar desvió el tiro del astro brasileño, y luego Alphonse Areola atajó el zurdazo de Jeremy Mathieu, tras profundización de Suárez. Al filo del descanso, el Villarreal se acercó en un remate de Samu Castillejo, pero tapó bien el chileno Claudio Bravo, mientras Areola volvió a exhibirse al arranque de la segunda mitad, salvando una volea de Dani Alves a cruce de Neymar. Los locales, cada vez más cerca del desequilibrio ante un rival desfondado, avisaron en otra llegada de Andrés Iniesta tras maniobra distractora de Suárez y capitalizaron su esfuerzo en la presión avanzada que generó robo y asistencia decisiva de Sergio Busquets para Neymar, hábil en el control y definición de zurda, al poste corto del arquero castellonense. Tras el tanto del brasileño vino el de Suárez, cuando el uruguayo convirtió con seguridad un penal de Jaume Costa a Munir El-Haddadi. La jugada, nuevamente, la había iniciado una recuperación del omnipresente Busquets. El tercer gol fue una maravilla de Neymar al contragolpe, otra vez en asociación con Suárez y finalizada de forma inverosímil, al inventar un sombrero sobre Costa con la espuela zurda y disparar con la diestra girando sobre sí mismo, raso y junto al poste corto de Areola.