Redacción / La Voz de Michoacán Pese a su anunciado retiro de octubre del año 2020, el ruso Khabib Nurmagomedov, mirará de reojo la pelea de este sábado entre Conor McGregor y Dustin Poirier para, por qué no, considerar un regreso a la UFC. Khabib ha dicho que por el momento su idea es seguir entrenando, aunque se mantendrá alejado de cualquier responsabilidad dentro de la UFC. De hecho, Dana White ha estado presionando por realizar el combate de Conor McGregor, siempre y cuando se imponga a Poirier, Pero hasta el momento, el ruso sigue sin estar convencido de realizar una defensa más. Por otro lado, sigue sin oficializarse que dejará el campeonato vacante de las 155 libras. La última pelea de Nurmagomedov fue en el UFC 254, en octubre de 2020, derrotando a Justin Gaethje y anunciando su retirada. Algo que, a Conor McGregor, siempre con la lengua afilada, no le cuadra del todo. A pesar de pasarse casi dos años fuera de la UFC, McGregor tuvo la oportunidad de hacerse con título el título en una pelea contra Khabib Nurmagomedov, el hombre que lo sustituyó como campeón y con quien tenía una intensa rivalidad personal. Muchos pensaban que era un reto demasiado difícil para Notorious, sobre todo por el tiempo que había pasado sin competir. Las sospechas se demostraron ciertas, ya que Nurmagomedov dominó la pelea. Al final, realizó una llave al cuello que forzó a McGregor a dar varios toques sobre la lona para detener el combate. Pero Poirier también quiere revancha. En septiembre del 2019, Nurmagomedov se cruzó en el camino del estadounidense en un choque en el que dominó durante tres asaltos y desgastó a Poirier en el suelo. Después, realizó la llave al cuello por la espalda, que fue definitiva. Pero todos los caminos hacia una nueva versión de Nurmagomedov-McGregor, pasarán por el resultado de la pelea de este sábado entre Conor McGregor y Dustin Poirier, del que las apuestas UFC estarán muy pendientes. Con un balance de 13-0 (en la UFC) y con 29-0 en toda su carrera profesional en las MMA, Nurmagomedov y con McGregor o Poirier en la mira, los organizadores de la UFC se frotan las manos por el negocio que significa la vuelta del ruso, si es ante el irlandés mejor.