México.- Si hay una figura del deporte mexicano que llena de orgullo e inspiración a cientos de jóvenes es Paola Espinosa, la mejor clavadista en la historia de México y primera mujer mexicana en ser campeona centroamericana, mundial universitaria y medallista olímpica. Nacida en La Paz, Baja California Sur, a los siete años de edad enfrentó lo que sería el primer reto de su vida, la plataforma de 10 metros. Y lo tuvo que hacer de la mano de su hermana Fernanda, quien prácticamente la jaló para que se lanzara al agua. La tres veces ganadora del Premio Nacional del Deporte realizó su primer salto de trampolín en un evento llamado talentos deportivos, donde le realizaron pruebas de flexibilidad y punta, entre otras. En esa competencia ella quedó en segundo lugar pero no le gustó, Paola recuerda que lloró mucho porque quería ser la número uno, así que su mamá le respondió que si quería la medalla de oro, tendría que esforzarse mucho más. Cuando su mamá se dio cuenta de la hiperactividad de Espinosa, la llevaron a gimnasios y albercas para que esa energía la canalizara en algún deporte. A los 11 años, ingresó a la escuela de talentos del Comité Olímpico Mexicano, por esta razón Paola Espinosa se mudó a la Ciudad de México. En el Mundial de Clavados de Barcelona 2003 ganó medalla de bronce junto a Laura Sánchez en la categoría de clavado sincronizado en trampolín de tres metros. Ese mismo año en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo logró dos medallas de plata haciendo pareja con Laura Sánchez en la prueba de clavados sincronizados de trampolín de tres metros y de plataforma de 10 metros y fue reconocida con el Premio Nacional del Deporte. En Atenas 2004, con 17 años, fue la seleccionada nacional más pequeña de la delegación en aquella justa olímpica, donde fue finalista en tres pruebas. En ese mismo año, la entrenadora Ma Jin llegó a México proveniente de su natal China junto a otros 39 entrenadores orientales con la intención de fortalecer los clavados en México, la entrenadora asiática logró sacar la mejor versión de Espinosa. En 2007 se consagró como la mejor clavadista del país en la historia al ganar 11 medallas internacionales y ser acreedora por segunda ocasión al Premio Nacional del Deporte. En los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro obtuvo tres preseas doradas en la plataforma de 10 metros, trampolín individual y sincronizados y una de plata en plataforma sincronizados. En la Universiada de Bangkok consiguió dos oros sincronizados de tres metros y plataforma, una medalla plata y bronce. Este año también registró la mejor puntuación de su trayectoria al alcanzar los 400.85 puntos en la final de la plataforma de 10 metros de la tercera fecha de la Serie Mundial FINA, en Nanjing, donde ganó bronce, detrás de la campeona y subcampeona China. En Beijing 2008 fue la abanderada de la delegación mexicana y en dicha justa obtuvo medalla de bronce en la prueba de clavados sincronizados en plataforma de 10 metros. El Campeonato Mundial de Natación de Roma 2009, se consagró ganadora de la medalla de oro y primera campeona mundial en la historia de los clavados de México. En los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2010 celebrados Mayagüez fue la deportista con el mayor número de medallas de todos, con oro en plataforma 10 metros, trampolín de un metro y trampolín de tres metros. Fue la encargada de encender el pebetero de los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, en dicha competencia ganó cuadro medallas (oro en plataforma de 10 metros, plataforma de 10 metros sincronizados con Tatiana Ortiz, trampolín Tres metros sincronizados con Laura Sánchez y una de bronce en trampolín Tres metros). En 2012, para los Juegos Olímpicos de Londres la bajacaliforniana hizo pareja con Alejandra Orozco para subir una vez más al podio olímpico, con lo que se convirtió en la primera mexicana en lograr dos medallas en justas veraniegas. La Cámara Nacional de la Mujer le otorgó el reconocimiento como parte de las 50 mujeres más destacadas de México de 2012, en ese año también creó una fundación para ayudar a los jóvenes con problemas de alcoholismo, drogadicción, obesidad o bullying, con el objetivo de salir adelante por medio del deporte. En los últimos Juegos Panamericanos de Toronto 2015 ganó tres preseas, oro en plataforma de 10 metros, oro en trampolín metros y sincronizados junto a Dolores Hernández y bronce en plataforma 10 metros sincronizados con Alejandra Orozco.