Guillermo Chávez / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Gilberto Rubio Ramírez es un hombre de 52 años que desde niño descubrió que tiene un gran amor y apego por los autos clásicos y por su oficio como protesista dental. Desde sus 24 años de edad, Gilberto dedica años para encontrar y arreglar autos clásicos, no para venderlos ni rentarlos, sino por pura pasión y amor a los mismos. Pasión que demuestra dándoles el cuidado que autos como esos necesitan, como lo es la limpieza constante, y la inversión de tiempo en buscar las piezas necesarias para poder regresarlos a la vida. Y aunque además de tiempo y esfuerzo, también invierte una gran cantidad de dinero, Gilberto Rubio aseguró, que nunca se ha fijado en el dinero que gasta para restaurar los automóviles. El protesista y restaurador se autodenomina como un amante de los autos y de ayudar a hacer sonreír a la gente, y esta es su historia.