Agencias / La Voz de MichoacánMéxico. La pandemia del coronavirus, los sucesivos confinamientos, las restricciones, los efectos de propio virus en nuestras familias y seres queridos... están poniéndonos a todos, contagiados o no, atacados de los nervios. En el caso de los deportistas profesionales, a estos factores hay que sumar el estrés propio de su trabajo, basado en la competitividad y en la presión por estar siempre al máximo nivel físico. Así, no es de extrañar que de vez en cuando a alguno se le vaya la cabeza. Sin embargo, por muy alterados que estén, es inaceptable cruzar según qué líneas rojas. Una de ellas la ha traspasado con creces el tenista bosnio Damir Džumhur en el torneo de Acapulco, en México, en el que estaba participando. Por si te lo estás preguntando, el símbolo sobre la letra Z que aparece en su nombre hace que se pronuncie como si fuera la J de Jordi en catalán. Damir jugaba en este campeonato en pista dura, que oficialmente se conoce como Abierto de México y forma parte del ATP Tour 500. Sin embargo, en la segunda ronda de clasificación tuvo que dejar a medias su partido contra el neerlandés Botic van de Zandschlup cuando iba perdiendo el primer set por 6-5. El motivo es que fue descalificado por amenazar de muerte al juez de silla. Los acontecimientos se desencadenaron a partir de la disputa del juego anterior. Una derecha liftada larga de Van de Zandschlup cayó muy cerca de la línea de fondo de su rival. El bosnio pensó que se había salido, así que no la devolvió, pero el árbitro (el estadounidense Joshua Brace) no lo vio así y adjudicó el punto a Botic. Era un momento importante, porque con 5-5 en el marcador y 40 iguales en el tanteo de ese juego, le daba al neerlandés ventaja para el punto de break y, potencialmente, hacerse con el primer set. Džumhur no estaba nada de acuerdo con la decisión y lo hizo saber con protestas ostensibles, soltando su raqueta y acercándose al umpire para quejarse. Este fue inflexible: le aplicó hasta dos penalizaciones. El ambiente se fue caldeando hasta el punto de que, aunque la grabación disponible es de mala calidad, parece que Damir se acercó al árbitro y le gritó "I'll kill you" ("te mataré", en inglés). El instante se puede apreciar en el vídeo anterior en torno al minuto 2:20. Tras este momento de tensión, Džumhur acabó abandonando la pista. En declaraciones posteriores que recogen medios como Tennis Majors, el jugador insiste en que se marchó voluntariamente porque estaba "muy nervioso" y "no podía soportar" que alguien le estuviera "tratando tan mal y haciendo lo que le diera la gana"; cree que el árbitro "afectó directamente" al desarrollo del partido y que esa bola que él vio fuera pero que Brace cantó dentro fue "la gota que colmó el vaso". "En el cambio de pista le dije que le iba a denunciar porque estaba influyendo en mi derrota. Me dio un warning por decirle eso. Gané el primer punto del siguiente juego e hice otro comentario, no recuerdo exactamente qué, pero el árbitro me dijo que ya era suficiente. Yo le contesté que no era suficiente, que yo decidiría cuándo es suficiente, y me dio otro warning, lo que significaba perder un punto. En mi cabeza sentía que se estaba cometiendo una gran injusticia, no me podía controlar, así que insisto, me retiré yo, no me descalificaron", asegura. Su testimonio, sin embargo, no coincide con el registro oficial de la ATP, que le da el partido por perdido no por retirada, sino por descalificación ("default"). Damir también niega que amenazara de muerte al árbitro, aunque sí reconoce que "tenía ganas de pegarle por lo que me había hecho". En vista de las imágenes, queda a criterio de cada uno decidir lo que ocurrió; el hecho es que fue derrotado y consta como eliminado, no como baja voluntaria. Esto viene a confirmar el mal arranque de temporada de Džumhur, que a sus 28 años está muy lejos de su mejor nivel. Llegó a ser el número 23 del mundo, pero en el ranking actual hay que bajar hasta el puesto 125 para encontrar su nombre. En lo que va de 2021 ha competido en Montpellier (ATP 250), donde cayó en la primera ronda de clasificación contra el francés Jacquet (522º de la clasificación mundial), y en el Open de Australia, en el que llegó a entrar en el cuadro principal tras ser el lucky loser de la fase previa pero no opuso resistencia alguna al local Duckworth en primera ronda. Mientras tanto, ya sin el bosnio, el torneo de Acapulco continúa. Se está disputando ya la primera ronda del cuadro principal, en la que debe competir Feliciano López contra el serbio Kecmanović. El otro español presente, Carlos Alcaraz, no pudo hacer nada contra Zverev. El campeón vigente es Rafa Nadal, pero este año no está participando.