Agencias / La Voz de Michoacán Ciudad de México. El deporte es una pasión compartida por mujeres y hombres de todo el mundo. Es un factor del bienestar físico y el empoderamiento social. Es una herramienta para la igualdad, especialmente la igualdad de género, para la inclusión de todos, especialmente los más desfavorecidos. No hay terreno más sólido que el deporte para alimentar los valores que todos compartimos: solidaridad, responsabilidad, respeto, honradez, trabajo en equipo, igualdad, motivación y autoestima… El deporte es un modo de incluir a todos, también los refugiados y los migrantes, de luchar contra los estereotipos, de fortalecer las bases de la paz en unas sociedades saludables. En un momento en que el mundo avanza en la aplicación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, debemos hacer todo lo posible por promover el deporte para que nadie quede atrás. Este es el espíritu que anima la Carta Internacional de la Educación Física, la Actividad Física y el Deporte de la UNESCO: velar por el respeto del derecho fundamental a la práctica del deporte de toda mujer y todo hombre sin discriminación. Este mismo espíritu inspira la labor de voluntarios de todo el mundo que promueven el deporte para el desarrollo y la paz, cuyo trabajo reconocemos en este día. Se calcula que la falta de actividad física provoca cada año 3,2 millones de muertes. Por ello, la UNESCO ha unido sus fuerzas con la Organización Mundial de la Salud para luchar contra los estilos de vida sedentarios, empezando por el fomento de una educación física inclusiva, equitativa y de calidad en las escuelas. Ello requiere nuevos compromisos y recursos por parte de todos los interesados para formular políticas públicas, especialmente en los ámbitos de la salud, la educación, la planificación urbanística, las infraestructuras y el transporte, así como para trabajar también con el sector privado en la elaboración de leyes, reglamentos y planes nacionales en favor del deporte.