Ciudad de México.- Fue el rugido más sentido. Tan potente como estremecedor. En cuanto la ráfaga que salió de la pierna derecha de Ismael Sosa superó al eficiente, pero marrullero, portero venezolano José David Contreras, la tensa multitud desahogó todos sus temores con el grito de la gloria, ese que selló la noche para la posteridad universitaria. Fue con demasiado sufrimiento, más del presupuestado, pero los Pumas se las ingeniaron para vencer al aguerrido Deportivo Táchira de Venezuela (2-0, 2-1 global) y avanzar por primera vez en su historia a los cuartos de final en la Copa Libertadores. Inolvidable velada marcada por la desesperación auriazul dentro y fuera de la cancha, con el 'Chuco' como héroe. Nadie mejor que el constante atacante argentino para rescatar la misión. Volvió a demostrar que sobresale en un equipo que parecía ahogarse en su propia incapacidad de poner servicios verdaderamente peligrosos en el área sudamericana. Pocos habían recordado el recurso del disparo de media distancia... Hasta que Sosa sacó el bombazo que venció a Contreras (80'), quien para entonces llevaba media docena de valiosas atajadas. Porque los universitarios dominaron el cotejo. Eso sí, Alejandro Palacios les salvó en el inicio de cada mitad. Solvencia aprovechada para hallar la llave hacia la historia. Eduardo Herrera comenzó todo con un certero cabezazo a servicio de Sosa (12'), la figura de la noche. La resistencia venezolana parecía alcanzar, pero Ismael fulminó sus sueños... Y reactivó los de un pueblo que puede presumir a su equipo entre los ocho mejores del continente. El River Plate, actual campeón, o el Independiente del Valle será el siguiente obstáculo. La eliminatoria, que favorece a los ecuatorianos (2-0), se cierra este miércoles en el estadio Monumental de Buenos Aires, Argentina. Los Pumas están, por primera vez, en cuartos de final de la Libertadores. Pero antes, deben pensar en el América y esa pequeña opción de avanzar a la Liguilla.