El Universal/ La Voz de Michoacán Aguascalientes. Fue poca la mejoría de los Pumas. La mediocridad en su juego crea un espejismo, ya que un empate a cero goles con el Necaxa fue un resultado dulce para ellos. Los universitarios estrenaron director técnico, tercero en el Apertura 2017. David Patiño estuvo movido desde el banquillo; despertar el futbol felino era su primera obligación. La labor era difícil, por ende, los nervios. El nuevo timonel felino alineó un conjunto más experimentado. No confió en los jóvenes canteranos como titulares, tal y como lo hizo su predecesor Sergio Egea. Desde el primer tiempo, los Pumas no quisieron arriesgar de más. La zona defensiva, la más débil en el conjunto auriazul, tenía que estar bien vigilada. Patiño sabía que un gol de los Rayos sería letal, ya que su ofensiva continúa peleada con el gol. La ausencia del goleador Nicolás Castillo pesa mucho en los universitarios. Ni Mauro Formica, mucho menos Joffre Guerrón tienen la chispa del chileno o su toque matador. Pumas continúa hundido en el fondo de la tabla, con 8 puntos. Necaxa dejó ir un triunfo viable en su casa. Faltó idea en el conjunto de Ignacio Ambriz, quien todavía no convence a la afición de los Rayos. Hasta el momento, los rojiblancos todavía mantienen viva la esperanza de Liguilla.
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