Notimex / La Voz de Michoacán Roma. Carlo Tavecchio, el hasta ahora presidente de la Federación Italiana de Futbol (FIGC, por sus siglas en italiano), anunció hoy su dimisión tras la exclusión de la escuadra “azurra” del Mundial 2018 de Rusia. El exnúmero uno del futbol italiano al final cedió a las presiones que le llegaban de todos los frentes para que presentara su renuncia y comunicó su decisión al inicio de una reunión del Consejo Federal del Futbol del país europeo, que él mismo había convocado para este lunes en Roma. Tavecchio, quien lloró ante las cámaras de televisión en una entrevista transmitida este domingo por la emisora privada Mediaset, llamó a todos los miembos del Consejo Federal a seguir sus pasos. Ambiciones y depredación política impidieron analizar las razones de este resultado”, acusó. Tras la eliminación italiana del Mundial de 2018 en el partido contra Suecia de la semana pasada, Tavecchio intentó resistir y ofreció la cabeza del entrenador, Gian Piero Ventura, anunciando que este lunes presentaría un programa de reformas. Pero desde el ministro del Deporte, Luca Lotti, hasta el presidente del Comité Olímpico Italiano (CONI), Giovanni Malagó, además de los representantes de los futbolistas y árbitros le exigieron la renuncia. Al final también lo abandonó la Liga de Amateurs, de la que fue presidente durante más de tres lustros, mientras su propuesta de nombrar como nuevo técnico de la selección nacional a Carlo Ancelotti naufragó ante la negativa del interesado. Igualmente se declararon no disponibles desde Max Allegri, hasta Roberto Mancini y ahora se esperan tiempos largos para designar al sucesor de Ventura. Tavecchio se convirtió en presidente de la FIGC el 11 de agosto de 2014, cuando derrotó en la elección a Demetrio Albertini, a su vez criticado por haber utilizado el nombre Optí Poba para referirse a los jugadores africanos que llegaban a Italia y que en su opinión antes “recogían plátanos”. El ahora exnúmero uno del futbol italiano había sido reelecto apenas en marzo pasado, pero la histórica descalificación italiana del Mundial, la primera en 60 años, decidió el fin de su carrera.