La ganadora de 21 títulos de Grand Slam, Serena Williams, tomó sólo unos días de vacaciones después de su séptima final del Abierto de Australia y tras la derrota en tres sets ante Angelique Kerber, se unió a Billie Jean King y Condoleezza Rice en la Cumbre Femenina de la NFL, la semana pasada. La tenista estadunidense habló de la presión de ser una de las mejores atletas del mundo, pero en definitiva espera utilizar su influencia para contribuir a un bien mayor, publicó la Asociación Femanil de Tenis (WTA) en su sitio oficial. "No juego al tenis para ser reconocida, ser reconocida no es importante", expuso en entrevista, al enfatizar que "lo que importa es la forma en que puedo ayudar a la gente". Williams ayudó esta semana, cuando voló a Jamaica para ayudar a construir una escuela primaria en ese país, con la ayuda de las "Helping Hands Jamaica" y su propia fundación. La número uno del mundo se ensució las manos junto a voluntarios, para demostrar que "con gran poder sin duda, llega una gran responsabilidad".