Andy Murray considera "hipócrita" que las autoridades del tenis estén tratando de erradicar los partidos amañados por los sindicatos de apuestas, pero que se hayan asociado con una de las empresas de apuestas más importantes que ahora se publicita en las canchas del Abierto de Australia. Los dos asuntos son separados, pero coincidieron en el Abierto australiano de este año, donde el tenis fue eclipsado el martes por segundo día consecutivo ante las acusaciones de que el arreglo de partidos ha pasado desapercibido en el tenis. La controversia se encendió el lunes cuando la BBC y Buzzfeed News publicaron informes que alegan que las más altas autoridades del deporte han ignorado la evidencia sobre arreglos de partidos que involucran a 16 jugadores que estuvieron clasificados entre los 50 mejores durante la década pasada. El reporte afirmó que la mitad de esos tenistas estaban en el Abierto de Australia de este año, pero no dieron nombres. Los órganos rectores del tenis presentaron un frente unido para rechazar las afirmaciones y destacaron el hecho de que cinco jugadores y un funcionario recibieron suspensiones de por vida tras las investigaciones de la Unidad de Integridad del Tenis, la cual se estableció en 2008. El número dos del mundo, Murray, y otros importantes jugadores que incluyen a Roger Federer y Novak Djokovic, dijeron que las autoridades podrían hacer más para combatir el problema. Los tenistas aceptaron que sabían que existía el asunto, pero dudaron de que alguno de los jugadores principales esté involucrado. Murray dijo que el tenis estaba enviando mensajes cruzados al permitir que la empresa de apuestas William Hill se convierta en uno de los patrocinadores del Abierto de Australia este año y que se anuncie en las tres canchas principales del torneo. Por primera vez en Melbourne Park, pizarras electrónicas para anuncios en las Arenas Rod Laver, Margaret Court y Hisense despliegan el nombre "William Hill" durante las pausas del juego. "No estoy realmente a favor de eso", declaró el martes Murray, cuatro veces finalista en Melbourne, luego de avanzar a la segunda ronda. "Creo que es un poco hipócrita", añadió el británico. "Tú sabes, porque no creo que a los jugadores se les permita ser patrocinados por empresas de apuestas, pero los torneo sí lo están. En realidad no entiendo cómo funciona todo eso. Pienso que es un poco extraño". Un día antes, el número uno del mundo, Djokovic, lo llamó el "límite". "Es una línea muy fina. Honestamente, es un límite, diría", mencionó Djokovic. "Si quieres tener a empresas de apuestas involucradas en los grandes torneos en nuestro deporte o no, es difícil decir lo que está bien y lo que está mal". Funcionarios tenísticos defendieron su sociedad de patrocinio con las empresas de apuestas y ofrecieron una explicación que un periódico australiano, The Age, calificó como "efecto positivo". El presidente de la ATP, Chris Kermode, afirmó que apostar en deportes era "un pasatiempo legal", que no debe confundirse con formas corruptas de apuestas como el arreglo de partidos. "La distinción que hay que hacer es que apostar por sí mismo no es un pasatiempo ilegal y mucha gente apuesta en deportes. De lo que estamos hablando es de corrupción", declaró en su conferencia de prensa del lunes, la cual ofreció para rechazar las afirmaciones de que se han suprimido evidencias de arreglo de partidos o de que no se investigan.