Dominando el partido de principio a fin, Uruguay goleó el martes 3-0 a Colombia y con un puntaje perfecto quedó en la cima de la tabla de las eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial 2018. Los goles uruguayos fueron anotados por el defensa Diego Godín, en el primer tiempo, y por los delanteros Diego Rolán y Abel Hernández, en el complemento. "Fue un juego muy intenso. Por sobre todo hay que destacar el mérito de los jugadores uruguayos. La imprecisión de Colombia la generó la presión de Uruguay. Nos tocó ganar por mérito propio", declaró Celso Otero, ayudante que ofició de director técnico debido a que el titular Oscar Washington Tabárez debió purgar un partido de suspensión. El despliegue goleador de la Celeste hizo olvidar en el estadio Centenario las ausencias de sus dos principales referentes: los artilleros Luis Suárez y Edinson Cavani, ambos suspendidos. Los Celestes también padecieron la falta de dos de sus volantes titulares: Egidio Arévalo Ríos y Cristian Rodríguez. Y para peor, cuando apenas corrían 15 minutos, una de sus principales figuras, el lateral Martín Cáceres, debió ser reemplazado debido a una lesión. A pesar de tantas ausencias, Uruguay dictó la iniciativa desde que el balón se puso en juego. Los colombianos habían declarado que se habían preparado especialmente para contrarrestar el tradicional juego aéreo de los uruguayos, pero los locales utilizaron ese recurso con éxito una y otra vez. "Hemos perdido mucho en el área con los cabezazos, algo que preparamos mucho pero no pudimos realizar bien", dijo en conferencia de prensa el técnico de Colombia, el argentino José Pékerman. "Godín nos cabeceó muchas veces". Precisamente, a los 33 minutos, un centro del volante Carlos Sánchez en un tiro de esquina fue cabeceado con violencia por Godín, que dejó sin defensa al portero colombiano David Ospina y puso en ventaja al local. Uruguay amplió diferencias a poco de iniciada la segunda mitad del juego, a los 50 minutos, cuando Rolán aprovechó un pase largo, otro recurso tradicional de los uruguayos, y tocó la pelota con suavidad por sobre Ospina. Si el segundo gol había provocado el deleite de la afición local por su alta factura técnica, el tercero y último, a los 89, dejó a los espectadores con las gargantas roncas: a pura potencia Hernández desbordó, llegó a la línea de fondo, enfiló luego hacia el arco colombiano y casi sin ángulo, logró colar la pelota con un violentísimo remate que sorprendió a Ospina. A pesar de los cambios realizados por Pékerman, Colombia nunca logró inquietar la valla del equipo local. El equipo visitante también tuvo una ausencia notable, la del habilidoso volante James Rodríguez, jugador de Real Madrid, que con dos golazos había sellado la eliminación de Uruguay en los octavos de final del Mundial de Brasil 2014. Pékerman sostuvo que el primer tiempo fue parejo y que la efectividad del ataque uruguayo inclinó la balanza. Agregó que Colombia es un equipo en renovación y los altibajos en el rendimiento son algo lógico.