Ciudad de México.- El secuestro de Alan Pulido se une a la lista de futbolistas mexicanos que han sido víctimas del crimen organizado. EL PAPÁ DE JORGE CAMPOS En febrero de 1999, el portero Jorge Campos se encontraba en Hong Kong, participando en un torneo con la Selección Nacional, cuando le fue comunicado del secuestro de su padre, Álvaro Campos, en Acapulco, Guerrero. El plagio duró seis días. Según reportes de prensa, don Álvaro fue liberado luego de que Campos pagó más de 600 mil pesos por el rescate. RUBÉN OMAR ROMANO El 19 de julio de 2005, a la salida del entrenamiento de Cruz Azul en las instalaciones de La Noria, Xochimilco, Romano fue interceptado por dos automóviles, que lo obligaron a detenerse para después llevárselo secuestrado. El plagio del técnico de origen argentino duró 65 días. Fue rescatado por elementos de la policía federal el 21 de septiembre, en una “casa de seguridad” ubicada en Iztapalapa. Fue liberado por elementos de la entonces llamada Agencia Federal de Investigación (AFI) de la Procuraduría General de la República (PGR). Romano confesó que pocas veces tuvo contacto con su familia, que se encontraba bien de salud y que por el momento "lo único que quiero es encontrarme con ella". "Gracias a la AFI que me salvó", dijo el ex técnico argentino de Cruz Azul. Los secuestradores declararon que el plagio de Romano lo planeó el jefe de la banda, José Luis Canchola, desde la cárcel de Santa Martha Acatitla.