Agencias / La Voz de Michoacán Ciudad de México. Muchas veces olvidamos el rigor con el que tratamos nuestros negocios cuando se trata de las Finanzas Personales, gastamos más de lo que producimos y en cosas de poca importancia y pasamos la vida trabajando para pagar deudas. Si deseas mejorar tus Finanzas Personales presta atención a los consejos que te presentamos aquí. El Dinero y las Emociones En primer lugar será importante que observes cuál es tu relación con el dinero, si te sientes cómodo con lo que gastas o la manera en la que usas tu dinero, si gastas en aquello que necesitas o lo haces para impresionar a otros por inseguridad. De esta manera puedes sincerarte con respecto al hecho de que tienes un problema. Claves para controlar tus Finanzas Personales Realiza un balance de tu patrimonio. Para ello deberás calcular el valor de todo tu patrimonio activo y restarle todas tus deudas, de esta manera podremos diagnosticar la magnitud de nuestro problema financiero. Identifica tus hábitos de gastos. Haz una lista de todos los gastos que tuviste este mes, sin dejar ninguno por fuera, no importa que tan pequeño sea. Esta es una técnica muy útil para determinar en qué se gasta el dinero. Organízate. Luego de tener el balance de tus finanzas y de identificar los gastos, será necesario que elabores un presupuesto en el que se destine un porcentaje para los gastos necesarios, uno para pagar deudas, otro para ahorrar y otro destinado al disfrute. Sé realista. Al momento de elaborar tu presupuesto debes asignar el porcentaje que destinarás a cada gasto, tomando en cuenta la información que obtuviste de tu balance y de tus gastos. En este momento debes pensar en qué es lo más importante a la hora de clasificar el uso del dinero. Si aun no adquieres el hábito de ahorrar, empieza ahora. ¿Que no ganas lo suficiente?, una buena forma de hacerlo es utilizando esos pequeños gastos diarios que son innecesarios o excesivos. En lugar de comprarte varios café al día, un refresco, un jugo, un snack, toma ese dinero y guárdalo. Aprovecha los ingresos extraordinarios. Además de ahorrar el porcentaje que destinaste de tus ingresos, cualquier ingreso extraordinario que recibas como pago de deudas, bonos, horas extras y demás, ahórralo. Revisa el uso de tus tarjetas de crédito. Recuerda que son para gastos imprevistos y no para usarlas cotidianamente, sobre todo si no cuentas con un gran ingreso que te permita cubrir la deuda sin atrasarte en los pagos.
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