¿Felicidad plástica para un mal necesario?

Marycruz Rios / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Las decisiones de política monetaria del Banco de México, pueden lucir lejanas para los consumidores, sin embargo, sus efectos ya se resienten, puesto que los diversos créditos bancarios se han encarecido para los mexicanos, sobretodo el de las tarjetas de crédito.

Hay que tomar en cuenta que el Banco de México, desde diciembre de 2015, en un afán por balancear la economía nacional ha incrementado su tasa de interés referencial, lo que se ha traducido en ajustes en las tasas que cobran los bancos a sus clientes y que por ejemplo a finales de 2015 los plásticos básicos tenían un interés promedio de 32.2 por ciento, el último dato disponible, de octubre de 2017, indica que la tasa creció a 35.3 por ciento, es decir 3.10 puntos más que hace dos años.

Pero aquí el problema real no radica en el alza de las tasas de interés sino en que la mayoría de los mexicanos no saben utilizar esta herramienta financiera y terminan pagando muy caro lo que adquieren con su plástico.

Las tarjetas de crédito se han colocado en el inconsciente colectivo como utensilios de primera necesidad entre los mexicanos, el llamado dinero plástico se ha tomado como una extensión del capital financiero con que uno cuenta, aunque la realidad pueden volverse un dolor de cabeza para los usuarios con hábitos financieros desordenados”, indica Guillermo Villaseñor. El economista y académico de la Universidad Michoacán de San Nicolás de Hidalgo con maestría en Finanzas y doctorado en Negocios Internacionales señala que el gran negocio de quienes expiden las tarjetas de crédito, no sólo son las tasas de interés sino el costo total del financiamiento, en el cual no se fijan los tarjetahabientes.

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Cada plástico tiene un Costo Anual Total (CAT), que son los intereses generados por las compras o la disposición de efectivo realizadas, así como conceptos como comisiones, anualidades y primas de seguro que se aplican al contratar esta herramienta. Por ello es importante resaltar que los clientes conozcan el CAT del plástico que tienen en sus manos o de la nueva que van a contratar, pues puede haber un banco que ofrezca una tarjeta con un bajo interés, pero con comisiones o anualidades muy altas que eleven el costo final del financiamiento o que, por el contrario, ofrezca una tasa de interés elevada, pero con comisiones muy bajas o sin anualidad lo que amortiguan el Costo Anual Total. La mejor forma de escoger entre una u otra tarjeta es mirando los diversos comparativos sobre el CAT, como el que presenta el Banco de México en su página oficial.

Según datos de este mismo organismo, en México el 52% de las tarjetas de crédito se pagan mensualmente. Dado que los intereses mensuales fluctúan entre el 4 y el 7 por ciento, y el CAT puede rebasar el 100 por ciento en muchos plásticos, adquirir y darle uso a una tarjeta de crédito debe tomarse como una decisión responsable que no afecte la sanidad de la economía personal.

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