Notimex México, DF.- El director general de la Asociación Nacional de Abarroteros Mayoristas, Iñaki Landáburu, exhortó a organismos de comerciantes, cámaras y asociaciones a constituir una confederación para enfrentar “la competencia desleal de las grandes cadenas de supermercados”. Es momento, puntualizó, de contar con un bloque de contención de fabricantes, mayoristas y detallistas de todo tipo de productos que regule el comercio y las prácticas aplicadas por algunas de las grandes cadenas. Para ello consideró necesario el trabajo de cabildeo político y de acción con el Congreso de la Unión para exigir una Ley Federal de Buenas Prácticas Comerciales, eficaz y pareja, a fin de que nadie venda debajo del costo, ni tomar decisiones unilaterales sobre productos y precios de los fabricantes. Expuso que más de 650 mil pequeños y medianos comerciantes abarroteros, más de 90 mil establecimientos comerciales con operaciones mayoristas y cerca de 19 mil especializados en productos alimenticios están en riesgo de cerrar “ante operaciones depredatorias efectuadas por la cadena comercial más grande que opera en el país”. Critica el convenio para promover la mejora regulatoria a nivel estatal y municipal, firmado por la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Económico (AMSDE) y Walmart de México y Centroamérica, porque “evidencia el desprecio hacia las pequeñas y medianas empresas por parte de las autoridades”. Destaca que de no atenderse al comercio tradicional, para 2015 las tiendas de autoservicio crecerán 15 por ciento, lo que significará “una gran amenaza para la subsistencia del pequeño comercio”. “No queremos leyes proteccionistas, pero sí leyes parejas y que se apliquen a todos, sin distinción de tamaño o poder económico”, señala Landáburu. Refiere que grandes cadenas comerciales como Walmart implementan estrategias de bajos precios ficticios a costa de los proveedores, mientras que los productores, entre más pequeños, experimentan mayor presión de las cadenas, por lo que también están en peligro de desaparecer. El directivo señala que por cada empleo creado por una de estas macro-tiendas, desaparecen siete en la comunidad, aunado a que los salarios ofrecidos son inferiores a los del comercio tradicional.-