Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. En México existe poca cultura del ahorro y prevención, y aunque los indicadores mejoran año con año junto con una serie disposiciones legales que obligan a los ciudadanos a ser precavidos en diferentes circunstancias, persiste la creencia de que sale más barato pagar los platos rotos que blindarlos contra cualquier daño. Tal es el caso de los seguros para automóviles, que a la fecha, al menos en nuestro estado, se siguen viendo más como un gasto que como una inversión. De acuerdo con información de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), un accidente automovilístico grave, que incluya daños a terceros y responsabilidad civil, puede costarle al conductor desde los 100 mil e incluso superar fácilmente el millón de pesos dependiendo de los daños del vehículo o los vehículos involucrados y así como los gastos de salud de las personas afectadas, sin llegar a pensar en un desenlace fatal de un fallecimiento. Si bien la mayoría de accidentes en carretera o ciudad no llegan a esta escala, la Condusef ha insistido en fechas recientes a que al volante más vale prevenir que lamentar, aunque esto implique la contratación de un seguro. Sin embargo, el 27.5 por ciento de los michoacanos opina que las pólizas de seguros, de cualquier tipo, son costosas, comúnmente innecesarias, y por ende el contratar un seguro, ya sea de vida, de un inmueble, de salud o un de automóvil, está totalmente fuera de las planeaciones financieras de más de la cuarta parte de los habitantes de la entidad. Lo anterior lo señala Miguel Oseguera, delegado de la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Finanzas (Amasfac), quien expone que persiste esa idea de que los seguros, especialmente los de automóvil, “son poco útiles” y sólo sirven cuando el vehículo sale de agencia para proteger durante un par de años la inversión, especialmente por caso de accidente. A esto se debe que en el estado y en la generalidad del país, sólo el 30 por ciento de los conductores tiene su unidad asegurada, y una gran cantidad de ellos porque así lo dispone la normativa de su ciudad. Sin embargo, más allá de los accidentes, las aseguradoras han empezado a ser una opción a tomar seriamente en cuenta ante la creciente ola de robos de automóviles. “La cuestión no es sólo el robo, sino el asalto con violencia, con amenazas, con armas”. En unos segundos se pierde el patrimonio, y muchas veces las unidades no han sido siquiera terminadas de pagar. El caso de Michoacán es sintomático en este aspecto, de 2015 a la fecha el robo de vehículos se ha elevado un 98 por ciento en nuestra entidad. El periodo de julio de 2014 a junio de 2015 terminó con mil 461 carros asegurados robados; el mismo periodo para el ciclo 2017-2018 cerró con 2 mil 896 casos. En cuatro ciclos anuales la cantidad de autos robados prácticamente se duplicó, tomando en cuenta nada más los datos de las unidades aseguradas. ¿Quieres saber más de este tema? Las páginas de tu periódico La Voz de Michoacán también te informarán.