Maricruz Rios/La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Pese a su supuesto caótico desempeño como presidente, la realidad es que el sexenio de Enrique Peña Nieto termina sin grandes diferencias en materia de logros económicos si se la compara con el de Felipe Calderón Hinojosa, uno de los mejores de la historia reciente, e incluso supera en varios renglones a la administración del ahora ex panista. Dentro de su balance general no podía escapar lo específicamente relacionado con Michoacán, en donde según especialistas y líderes de la iniciativa privada se dejó sentir de buena forma la mano del todavía mandatario con una serie de programas, iniciativas y apoyos que la entidad no había recibido en la misma medida durante gestiones anteriores. A unas horas de concluir su periodo como presidente, la idea más concurrida en los sectores productivos y analíticos, tanto del estado como del país, es que, si bien no dejará los avances ni las metas proyectadas, su sexenio sí corta varios vicios de tajo y deja bases sólidas para continuar en la ruta de una consolidación nacional en materia macro y microeconómica. El último gran resumen de su administración lo dio el mismo Carlos Manuel Urzúa Macías, futuro secretario de Hacienda y Crédito Público, quien ante la avalancha que aplastaba por segundo día en menos de un mes los mercados financieros nacionales, resaltó el pasado lunes las bondades de la economía mexicana y no como parte de los planes que impulsará el gobierno entrante, sino resaltando la herencia de la gestión priista: los beneficios fiscales para inversionistas, un equilibrio presupuestal sostenido, líneas de crédito contingentes, reservas internacionales en poder de Banxico y cuentas públicas sanas. En su último mensaje, el titular de Hacienda de facto alabó el sexenio saliente y echó abajo las críticas que el propio Andrés Manuel López Obrador había vertido, dejando claro que la política económica de México será continuar bajo ese esquema que el doctor Carlos Urzúa consideraba “ejemplar y estable”. Pero son los números y los datos duros los que más pueden hablar sobre lo buena o mala que terminará siendo la administración de Peña Nieto. El crecimiento en la mayoría de renglones por separado es obvio, aunque el gran “pero” en su administración será no haber logrado su meta de crecimiento anual, opinó en exclusiva para La Voz de Michoacán el coordinador de Proyectos Estratégicos del Colegio de Economistas en el Estado de Michoacán (CEEM), Heliodoro Gil Corona. “En el recuento de los daños lo primero a señalar es que el crecimiento en el sexenio que termina es escaso”, opina el especialista en temas económicos, quien señala que la mejor manera de poner en perspectiva estos seis años es comparándolos con el periodo de Felipe Calderón. Y es que para Heliodoro Gil Corona existen ciertos logros evidentes, pero en aras de un verdadero análisis que permita entender lo que falló y lo que se tiene que mejorar, es necesario puntualizar los tres grandes “peros” del sexenio en materia económica para de la misma manera hacer hincapié en las condiciones económicas en las que el gobierno entrante, con Andrés Manuel López Obrador, recibirá a la República Mexicana. El primer problema viene de parte del crecimiento económico como tal, que no alcanzó el 4.5 anual prospectado promedio y que incluso se esperaba llegara casi al 6 por ciento al final de su sexenio. “Sólo logró obtener una tasa promedio del 2.5 por ciento”, aclara. El segundo problema es la precarización del empleo, no en términos de la creación de plazas, sino en la calidad del empleo, además de que no se logró abatir la informalidad laboral. “Es decir, de principio a fin, uno de cada seis trabajadores está dentro de dicho rango, lo que se traduce en que son empleos con más horas demandadas a la semana sin seguridad social”. Finalmente, hay una percepción entre ciudadanos y analistas de que ha sido la administración con más corrupción, problemática que ha permeado en cuestiones de vital importancia en materia económica como la inversión, la larga tramitología y la confianza empresarial.