Astrid Herrera / La Voz de Michoacán. Comparado con otros años, en este periodo vacacional de Semana Santa y de Pascua disminuyó hasta en un 50% la venta de dulces en el mercado “Valentín Gómez Farías” de la capital michoacana. Según los dulceros de recinto comercial la baja en la venta se debió a que, por un lado, los consumidores, traían sus bolsillos limitados y, otro, a que los migrantes, que son los que más se llevan mercancía, se les incrementó el costo del pasaje por kilo extra que llevan en el avión. “Muchos de los migrantes que vienen en avión manifestaron que llevarían poca mercancía debido a que se les había incrementado hasta en un 40% el exceso de kilo en su pasaje. Por ejemplo, uno de ellos me mencionó que anteriormente les cobraban 800 pesos por cada kilogramo extra y ahora hasta mil 500 pesos”, destacó Hortensia Corona de la dulcería Teto (dulce pequeño en purépecha). La comerciante resaltó que los migrantes antes se llevaban bolsas y cajas repletas de dulces tradicionales; sin embargo, este año, se llevaron de cuatro a seis piezas. A esta manifestación se sumó Ilse Favela de la dulcería “Estrella Dorada” quien estableció que si hubo mucha circulación de visitantes en el recinto, en su mayoría locales, pero pocos se llevaron mercancía y para el caso de los que compraron adquirían de una a dos piezas. “Ha habido mucha gente en estos días pero sólo vienen a ver y ya no se llevan tanto el dulce. Para los que si adquieren, prefieren lo económico, es decir lo que cuesta de uno a 10 pesos como los ates pequeños, las morelianas, cubiertos, cocadas y los dulces de leche sueltos”, ratificó. Dado esta situación, los comerciantes de este recinto consideraron que las ventas bajaron en un 50% comparado con el mismo periodo pero del 2012 pese a que se mantuvieron los mismos costos aún cuando los proveedores les subieron la mercancía de uno a dos pesos. Los dulceros resaltaron que esperan seguir vendiendo el dulce en lo que resta de la semana de Pascua para por lo menos recuperar un 20% de lo que invirtieron para surtir sus anaqueles. Aunque reconocieron que este año no adquirieron mucho dulce derivado de que esperaban buenas ventas pero limitadas por la crisis económica que atraviesa la población así como por la baja de turistas que se ha reportado en los últimos cinco años por la mala imagen que se proyecta de Michoacán.