Agencias / La Voz de Michoacán Ciudad de México. Desde el pasado 20 de abril, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador inició una estrategia legal para que sólo el gobierno mexicano pueda beneficiarse de la explotación del litio, un mineral estratégico. Para investigadoras como Violeta Núñez Rodríguez, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la decisión de crear una empresa estatal dedicada a la explotación del litio significa que México ha puesto un límite que impedirá que empresas extranjeras participen en la cadena de producción. “Eso le pone un candado a las empresas que pudieran tener interés e incluso también a los que ya están acá, que se habían establecido y las que ya tuvieran una prospección previa que podría llevar a cabo este proceso futuro de extracción”, declaró la especialista en entrevista para el diario La Jornada. “Con la aprobación de este organismo público descentralizado, México puede hacerles frente, pero también requiere una posible alianza (con otros países) frente a este asedio que hay, que lo vivimos desde hace décadas, desde hace siglos. Estas empresas únicamente vienen, sacan y se llevan los recursos”. Con esta decisión, México se suma a países como Bolivia, el cual ya desarrolla varios proyectos con bases en la explotación de sus fuentes de litio, entre ellos, la construcción de autos eléctricos. México, Bolivia, Perú, Brasil, Argentina y Chile poseen el 60 por ciento del litio a nivel global, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. “Estos territorios se vuelven sumamente atractivos para el capital, y qué mejor que enfrentar esta voracidad, porque así actúan estas empresas, con una alianza que pudiera permitir no sólo fijar un precio de litio a nivel continental, sino también la transformación de este elemento: llegar al carbonato de litio, fabricar las baterías y producir los propios autos eléctricos de manera local. Eso sería una gran esperanza, un gran sueño y un gran deseo que se pudiera lograr”, opinó Núñez Rodríguez. La especialista afirma que empresas chinas, alemanas, británicas y canadienses ya estaban en territorio mexicano esperando la posibilidad de iniciar negocios con este material, el cual pasó de valer 4 mil 450 dólares la tonelada en 2012 a 17 mil dólares en 2021, con una cotización actual de 78 mil dólares. "Frente a esta disputa global, México avanza en la protección, porque pudimos haber repetido la historia con los otros minerales, ya hablando del oro, de la plata, del cobre, de todos los otros", destaca la académica.