José Luis Ceja / La Voz de Michoacán Jiquilpan, Michoacán. Inyección de capital económico y transferencia de conocimientos son dos de las aportaciones más relevantes por parte de la población migrante a sus comunidades de origen, de acuerdo con las conclusiones de la reunión de clubes de mexicanos radicados en la Unión Americana con representantes de los municipios de Jiquilpan, Chavinda y Régules. En el marco de esta reunión se lamentó el hecho de que la comunidad migrante sea vista únicamente como una generadora de recursos económicos y se deje de lado el cúmulo de conocimientos que pueden aportar a las actividades económicas de sus lugares de origen. “En nuestros municipios tenemos agricultura, ganadería, industrias, lo mismo que en Estados Unidos. Tenemos las mismas actividades pero no igual, no tenemos la infraestructura, los financiamientos ni los conocimientos para que estas actividades puedan ser económicamente rentables como en Estados Unidos”, destacó Alejandro Macías, presidente de la Comisión de Asuntos Migrantes del Cabildo de Jiquilpan, quien destacó la necesidad de generar una cultura de aprovechamiento de este conocimiento para la generación de microempresas. El también migrante jiquilpense externó la necesidad de desarrollar líneas de acción y los enlaces necesarios para que los migrantes que regresan a sus comunidades de origen, ya sea por deportaciones o jubilaciones, puedan sumarse a las actividades productivas locales. “A lo mejor un jubilado o un pensionado no se va a regresar a trabajar a México, pero si pudiéramos captar y capitalizar en la gente de nuestros municipios, la experiencia que esta persona acumuló durante tantos años en Estados Unidos, esa disciplina laboral, la exigencia en la calidad del trabajo que tienen que entregar y a partir de eso generar una nueva cultura laboral y de productividad se mejoraría la calidad de vida tanto de la gente de nuestros municipios y de los que decidan migrar”. De acuerdo con la apreciación del representante popular, uno de los grandes problemas que enfrentan los mexicanos recién llegados a Estados Unidos es la indisciplina y cierta indolencia al realizar algunos trabajos, lo que genera que su periodo de adaptación se alargue en detrimento de su productividad, pero, agregó, si quienes deciden migrar recibieron en sus comunidades de origen la capacitación de trabajadores jubilados, el periodo de adaptación se reduciría sensiblemente. “Así ya no vas a enseñarte, ya desde que llegas sabes cómo se hace el trabajo, cómo debes tratar a tus compañeros y a tus jefes y cómo manejar tus horarios. Creo que más que las remesas, los gobiernos o quienes tenemos un cargo de elección popular debemos estar enfocados en diseñar proyectos que nos permitan aprovechar ese conocimiento”. Datos del gobierno federal señalan que para 2023 se estima la recepción de aproximadamente 60 mil millones de dólares vía remesas, en tanto que en municipios como Jiquilpan se estima que aproximadamente se reciben 240 millones de pesos anuales por el mismo concepto. Factores de migración en la Ciénega de Chapala y los otros destinos La falta de oportunidades de empleo y el tema de la seguridad fueron considerados en el desarrollo de este encuentro como los principales factores de migración, que tradicionalmente se da a Estados Unidos y en fechas más recientes a Canadá, donde si bien la comunidad migrante no es tan grande, sí ha encontrado una importante área de oportunidad. De los municipios que integran la denominada Ciénega de Chapala, Villamar y Jiquilpan se encuentran inscritos en los 10 municipios michoacanos con mayor número de personas en Estados Unidos. De hecho, y de acuerdo con las estimaciones de la administración municipal anterior, en el periodo 2018-2021 se contabilizaron poco más de 30 mil jiquilpenses radicando en diversas ciudades de Estados Unidos, cifra muy cercana a los 35 mil habitantes reflejados en el Censo de Población de 2020 en este municipio. Es en estas condiciones, dijo Macías Valencia, que resulta indispensable generar los mecanismos de anclaje en las regiones de esta entidad federativa y disminuir el fenómeno migratorio, toda vez que esto significa la pérdida en muchas ocasiones de mano de obra que apoye a las comunidades. Para ello, dijo, se hace necesaria también una readecuación a aquellas políticas públicas que permiten la inversión migrante para pasar de ser programas de corte social o infraestructura urbana a proyectos de producción y generación de empleos.