José Luis Ceja / La Voz de Michoacán Sahuayo, Michoacán. Pese a los inconvenientes registrados por fenómenos climatológicos y la falta de apoyos gubernamentales, ejidatarios de la región Ciénega de Chapala esperan que durante el ciclo de cosechas del bimestre noviembre-diciembre el volumen de grano de maíz sea superior hasta en 25 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado. Sin embargo, de acuerdo con Reynaldo Pantoja, ejidatario de la región de Totolán, una cosa es el incremento en la productividad y otra es la rentabilidad, ya que ésta depende de la cotización del grano en la Bolsa de Valores de Chicago, órgano desde el que se fijan los precios internacionales de la comercialización, aunque, dijo, esto pudiera parecer más un argumento de los concentradores de grano que una realidad. “Llegas con tu maíz y lo primero que te piden es la cuestión de la humedad, si va desgranado o no, y al final te salen con un precio por debajo del precio de garantía, que porque la Bolsa de Valores y otras cosas, y a final de cuentas, o le ganas muy poco o simplemente apenas recuperas la inversión. Queremos que el gobierno de Andrés Manuel (López Obrador) y del gobernador Bedolla (Alfredo Ramírez) vengan o manden a alguien para que vea cómo nos están ‘caciqueando’ con el grano”. Este llamado a las autoridades, dijo, debe ser tomado en serio, ya que, además de que un alimento, el maíz representa también un elemento de identidad cultural de los mexicanos, y más cuando se trata de localidades con una fuerte raigambre indígena, como la comunidad de San Martín Totolán. De manera general, durante el periodo de noviembre a diciembre de 2021, el volumen estimado de cosecha fue cercano a las 150 mil toneladas, por lo que se estima un incremento en al menos 37 mil toneladas más durante el ciclo de cosecha de este año. En su oportunidad, Ismael Torres del Río, representante del Sistema Producto Maíz del Estado de Michoacán, indicó que quienes demandan el grano son la industria alimenticia para las tortillas y la industria forrajera. Torres del Río destacó que aunque han sido volúmenes variables, históricamente sí se ha establecido un promedio cercano a las 150 mil toneladas en los municipios que comprenden el Distrito de Riego de Sahuayo: “Hemos tenido récords de hasta 180 mil toneladas, en tanto que en el estado se esperan cosechas con volúmenes superiores a un millón 800 mil toneladas”. Foto, José Luis Ceja. Economía global La economía globalizada ha orillado a los productores agrícolas a tomar en consideración el tipo de cambio del dólar al momento de la inversión en la siembra. “El fertilizante se cotiza en dólares, la semilla del maíz, los insumos y todo se nos incrementa por la inflación y por el tipo de cambio, y en el precio de la cosecha también hemos tratado de irnos emparejando también al cotizar en la Bolsa, pero eso es un proceso administrativo que nos va a tomar algún tiempo”, señaló en su oportunidad Torres del Río. En este distrito, dijo, la inversión por hectárea para la producción de maíz se encuentra entre los 14 mil y los 30 mil pesos de acuerdo con las condiciones económicas de cada productor y de las necesidades que presenten los cultivos a lo largo de su ciclo fenológico. “Nosotros estimamos un promedio de 30 mil pesos por hectárea para poder andar en las 12 o 14 toneladas por hectárea, pero hay productores que invierten 20 mil, 14 mil, que, la verdad, es muy poco para las necesidades del cultivo”. Foto, José Luis Ceja. Migrarán en busca de precio Por su parte, productores agrícolas de este municipio han amagado en el sentido de que si no encuentran precios competitivos entre los concentradores de grano de esta localidad, podrían replicar el fenómeno registrado durante el ciclo de cosecha del año anterior, en que una gran parte del maíz michoacano de la Ciénega de Chapala fue entregado en municipios del vecino estado de Jalisco, donde encontraron mejores precios y condiciones de comercialización para al menos 2 mil 600 toneladas de grano. Durante ese proceso, el líder agrario Jesús González Ayala, de la Unión Campesina Democrática de Michoacán, señaló que esa venta al estado de Jalisco no significó un desabasto ni en el consumo doméstico ni en la industria de la masa y la tortilla, ya que el consumo doméstico está garantizado con las labores de pequeños productores “ecuareros” y la demanda de la industria de la masa no es significativa debido a los bajos volúmenes de venta que realizan los tortilleros.