Agencias /La voz de Michoacán. México. Aeroméxico y la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación en México (ASSA) llegaron a un acuerdo para reducir 616 plazas de sobrecargos, poco más de una cuarta parte de la plantilla de 2,727 trabajadores, así como la implementación de un esquema de 323 permisos sin goce de sueldo, como parte de las medidas para afrontar la crisis causada por la pandemia de COVID-19. Esta serie de acuerdos se alcanzó luego de una negociación entre la aerolínea y su sindicato, pues la propuesta original era suprimir 1,200 plazas, refiere ASSA. “Conforme fueron avanzando las platicas con la empresa, nos explicaron hacia dónde iban y plantearon un panorama real de que la industria aérea es una de las más afectadas en todo el mundo, por lo que al no haber demanda de vuelos, y en planeación a futuro, se fue llegando a 616, con lo que pudimos rescatar casi 600 puestos”, dijo el sindicato. Los acuerdos también contemplan un esquema de rotación laboral hasta por un año, entre octubre de 2020 hasta septiembre de 2021, y el otorgamiento de prestaciones de seguridad social y seguros de vida y de gastos médicos mayores para quienes se ausentarán sin goce de sueldo. Además, los sobrecargos con una antigüedad entre seis y 16 años podrán optar por un esquema de indemnización por arriba de la ley, mientras que los trabajadores entre 55 y hasta 70 años que deseen entrar en rotación tendrán garantizada su base salarial integrada para no resultar afectados en sus semanas de cotización ante el IMSS. El sindicato refiere que la pandemia ha supuesto el mayor golpe a la plantilla de sobrecargos por lo menos en una década, y frena otros planes con la aerolínea. “Había más planes de contratar más sobrecargos por la incorporación de más aviones, pero se detuvieron completamente, también por las afectaciones que hubo en rutas hacia Europa, Sudamérica, Estados Unidos y Asia”, dijo ASSA. Desde finales de junio, Aeroméxico ha entrado en un proceso de reestructura financiera a través del Capítulo 11 del Código de Bancarrota de Estados Unidos, que le ha permitido cambiar su esquema de arrendamiento de aeronaves para reducir costos, y acceder a un financiamiento de 1,000 millones de dólares, cuyo primer tramo fue aprobado recientemente.