Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Preocupa el rebote mostrado por la tasa de inflación en México, un síntoma que parece indicar que, si bien se mantendrá la tendencia en la desaceleración de precios en México durante el 2024, lo hará a un ritmo más pausado. Los pronósticos para fin de año son de 4.0 por ciento en la tasa de inflación 10.0 por ciento en la de interés. De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en su Índice Nacional de Precios al Consumidor (INCP), la tasa anual de inflación cerró en 4.66 por ciento el año pasado, cuando se había configurado en las semanas previas un pronóstico de 4.44 por ciento. Heliodoro Gil Corona, coordinador de Proyectos Estratégicos del Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM) considera que esta diferencia es una señal de cierta alerta de que el proceso de “desinflación” continuará, pero ya será a un ritmo mucho más pausado. Refirió que está mostrándose en las últimas semanas “resistencia” en el mercado para la estabilización de precios, un fenómeno que ha afectado tanto a México como Estados Unidos. “Cuando vemos toda la tendencia de la inflación a lo largo de los meses en 2023 se nota una especie de comportamiento espejo entre la inflación de México y la de Estados Unidos, prácticamente el mismo ritmo, aunque diferentes tasas”, agregó. Gil Corona destacó que el signo positivo ha sido el descenso de una tasa de inflación que tocó cotas históricas, “sin embargo, al cierre de diciembre hay sorpresa y hay preocupación”. Abundó que “se esperaba una inflación de 4.44 por ciento y el resultado es que tenemos ya un reporte de cierre de 2023 de 4.66, por encima de los pronósticos de expertos y del mismo mercado”. En el recuento del comportamiento de la inflación nacional en México, recordó que en octubre llegó a estar en 4.22 por ciento, para repuntar a 4.32 en noviembre y seguir elevándose en diciembre. Entre noviembre y diciembre hubo un alza importante en mercancías, productos agropecuarios y servicios, “lo que rompió las expectativas”, expuso el analista del CEEM. “Las mercancías incrementaron en 5.33 por ciento y 4.89 por ciento, los servicios en 5.28 por ciento y 5.33 por ciento y los productos agropecuarios en 2.85 por ciento y 5.66 por ciento en los meses citados”, explicó. Este rebote ha generado un ambiente de preocupación, principalmente porque este comportamiento puede impactar en las decisiones de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) y su política monetaria, en la búsqueda de estabilizar la inflación en una tasa objetivo de 3.0 por ciento. Es decir, las decisiones sobre bajar o no la tasa de interés y sus montos seguramente sufrirían ajustes por este comportamiento de los últimos meses, en postura del también profesor-investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH); “la inflación sigue estando por arriba de la meta del Banco de México, lo que pondrá a prueba las decisiones sobre el tamaño de los ajustes a la baja de la tasa de interés de referencia en 2024. Aseguró Gil Corona que “la política monetaria restrictiva llevada a cabo por el Banxico y la fortaleza del peso frente al dólar han contribuido a disminuir la inflación en el país”, pero la meta continúa relativamente lejos, en medio de repuntes importantes en ciertos productos, entre ellos los alimenticios y los de la canasta de consumo mínimo. Ante este contexto, valoró el académico nicolaita que “en el caso de México el descenso de la inflación será más lento y la reducción de la tasa de interés de referencia del Banco de México será mucho más gradual”. Las estimaciones de Gil Corona son que la tasa anual de inflación cierre en 2024 sobre el 4.0 por ciento, mientras que la tasa de interés de referencia del Banco de México muy probablemente se irá desmontando de su actual 11.25 por ciento para concluir en 10.0 por ciento al finalizar el año.
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