Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Al corte del tercer trimestre de 2022, el valor de las exportaciones michoacanas totalizó 5 mil 532 millones 397 mil dólares, lo que representa un aumento del 9.4 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentó su balance del valor de las mercancías exportadas por entidad federativa, en donde destaca el incremento del Michoacán entre enero y septiembre del año pasado, si bien se ubica hasta la posición 17 en el ranking nacional. Y es que, aunque es el líder indiscutible de las exportaciones agrícolas y aglutina el 31 por ciento de las mismas a nivel nacional, su sector manufacturero sigue estando muy a la zaga y los ingresos totales por ventas en el extranjero no se comparan con los de entidades como Chihuahua, Coahuila, Nuevo León o Baja California, que cada una acumula más de 38 mil millones de dólares, o estados vecinos como Jalisco y Guanajuato, que triplican a Michoacán. Especialistas como Heliodoro Gil Corona, del Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM), han insistido en la urgencia del fortalecimiento del sector secundario, que no sólo significaría un mayor valor en exportaciones, sino que se trata del rubro que mejores salarios y prestaciones ofrece a los trabajadores, en términos de buscar un desarrollo social. De acuerdo con el reporte del INEGI, 59.6 por ciento del valor de las exportaciones michoacanas proviene del sector agrícola, en donde destacan frutos de alto valor como aguacate, fresa, frambuesa y zarzamora, además de otros productos que se han abierto espacio como limón y guayaba. El principal mercado consumidor es Estados Unidos, aunque los productores locales mantienen acuerdos comerciales relevantes también con Japón, China, Canadá y varias naciones de la Unión Europea. Aguacate, lo que domina Gil Corona valora que en lo que toca a las transferencias monetarias externas, las exportaciones y la Inversión Extranjera Directa (IED) han sido recursos limitados para impulsar el desarrollo económico de Michoacán, es decir, se limitan por el incipiente entorno industrial que ofrece Michoacán, amén de los proyectos de parques especializados que alistan para Lázaro Cárdenas y Morelia, este último de tipo agroalimentario. El también investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) pronostica que la entidad concluirá su reporte de 2022 con una cifra que rondará los 7 mil 815 millones de dólares, lo que representaría un 11 por ciento en el valor de las exportaciones. No obstante, en lugar de que la dependencia del sector agrícola se vaya acotando con la llegada de nuevos proyectos o empresas, es el sector agroalimentario el que gana algunos puntos porcentuales en Michoacán. Como se refirió, este año el campo representa casi el 60 por ciento de las exportaciones, el 2021 culminó en 55.4 por ciento. Expone Gil Corona que ni siquiera se trata de una oferta tan vasta como pudiera pensarse. De los 7 mil 038 millones de dólares que la entidad captó por exportaciones el año pasado, el 42.8 por ciento, casi 3 mil millones de dólares, corresponde a ingresos por la venta de aguacate en el extranjero, principalmente Estados Unidos. Es decir, de los 3 mil 997 millones de dólares que generó el campo por concepto de exportaciones en 2021, el 75 por ciento de la ganancia derivó del llamado ‘oro verde’. Resaltó el académico nicolaita que “en los dos últimos años la tasa de comportamiento anualizado mensual que han tenido las actividades industriales ha sido negativa la mayor parte, excepto uno o dos meses ha sido negativa”. Consideró que con la meta de detonar el potencial de Michoacán y abonar a la recuperación económico se necesita potenciar la industria local, incluyendo una mayor presencia de la agroindustria como tal, así como desarrollar otras que ya tienen presencia importante, como la química y la mineralmetalúrgica. De acuerdo con el reporte del INEGI, tras el campo están las exportaciones mineras (13 por ciento), las alimentarias (11 por ciento), las químicas (5.3 por ciento) y las de la industria del hule (3.7 por ciento).