Ciudad de México. En el marco de la celebración del Día del Padre en nuestro país es importante reconocer la labor que ellos también tienen en el impacto a sus familias, en la sociedad, así como en las empresas al ser tomados en cuenta. Hoy en día está comprobado que las figuras materna y paterna desempeñan distintos roles en la sociedad, los cuales se complementan y son realmente significativos en el desarrollo de los niños, ya que ambos aportan aspectos únicos que contribuyen al crecimiento y desarrollo social, emocional y cognitivo de los menores. Por su parte, las empresas han explorado distintas innovaciones para prosperar. Estas innovaciones han abarcado una extensa cantidad de aspectos, desde tecnológicos hasta sociales. Uno de los temas relevantes tiene que ver con la Licencia de Paternidad. Frente al nacimiento de un bebé, la madre puede aprovechar la licencia de maternidad de 84 días naturales con goce de sueldo, mientras que los hombres cuentan con sólo 5 días laborales. El principal reto que enfrentan las parejas ante una diferencia relevante entre la licencia materna y la licencia paterna es el miedo a impactar de manera negativa la vida profesional. Nuevas perspectivas sociales fomentan una mayor atención en los roles de los diferentes géneros, tanto en el ambiente laboral como el doméstico. En esta época de reexaminación de perspectivas para una sociedad más igualitaria y productiva, se han desarrollado propuestas para que la licencia de paternidad tenga una mayor duración y, por lo tanto, conseguir resultados más productivos y positivos en las familias con nuevos hijos. Por eso, distintos especialistas consideran que se deben explorar los beneficios que una mejoría en la Licencia de Paternidad puede generar en parejas con nuevos hijos. ¿Cómo la licencia de paternidad contribuye a una mayor productividad? Facilita la conciliación familiar.Establece un vínculo emocional entre padres e hijos, lo que genera efectos positivos en la salud física y mental, tanto del hijo como de los padres. Corresponsabiliza a los padres en tareas inicialmente pensadas para la mujer.Reduce la discriminación a mujeres en el mercado laboral, ya que ambos progenitores perciben el mismo número de días de incapacidad por tener un hijo.Incentiva la creación de propuestas que impulsen la igualdad de género, como políticas internas que beneficien tanto a empleados como a empleadas.Mejora y profundiza la relación entre los padres.Disminuye los impactos negativos en la vida profesional.Aumenta la felicidad y satisfacción de los padres durante el período, lo que fácilmente se transfiere al trabajo. En los países con licencia de paternidad de más de ocho semanas se ha observado el efecto positivo de esta, no solo en el apoyo a la madre que acaba de pasar por un efecto fatigoso, que se incrementa si el parto fue por cesárea o existió alguna complicación en la madre o en el bebé, también le aporta al padre las satisfacciones de estar colaborando cuando más se le necesita.