Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. En noviembre de 2024, la tasa de participación económica —o el porcentaje de la población que se encontró trabajando, o que no tuvo empleo, pero se encontraba en la búsqueda activa de uno— se ubicó en 60.0 por ciento, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El reporte del Inegi indica que en el mes de referencia, en total la Población Económicamente Activa (PEA) fue de 61.6 millones de personas de 15 años y más. Al distinguir por sexo, la tasa de participación económica de las mujeres fue de 46.7% y la de hombres, de 75.1%. Es de señalar que la PEA incluye la población ocupada, que ya cuenta con un empleo, y la desocupada, pero que buscó activamente empleo en un determinado periodo. La población ocupada alcanzó 60.0 millones de personas (97.4 % de la PEA). Según sexo, la ocupación de mujeres fue de 24.7 millones y la de hombres, de 35.3 millones. Por su parte, la tasa de desocupación se situó en 2.6 por ciento, equivalente a 1.6 millones de personas; de este total, 705 mil corresponden al sector femenino y 921 mil al sector masculino. En tanto que la tasa de subocupación (porcentaje de población ocupada que buscó ofertar una mayor cantidad de tiempo de trabajo en su ocupación actual o en un empleo adicional) se estableció en 8.9 por ciento. La tasa de condiciones críticas de ocupación fue de 31.3 por ciento y la tasa de informalidad laboral se ubicó en 54.6%. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe) también señala que la población no económicamente activa (PNEA) fue de 41.0 millones de personas (40.0 % de la población de 15 años y más). De esta categoría, 5.5 millones se declararon disponibles para trabajar, pero no llevaron a cabo acciones para hacerlo, por lo que constituyen el sector que eventualmente podría participar en el mercado laboral. En términos relativos, la PNEA disponible representó 13.4%. Características de la población ocupada Del total de la población ocupada (60.0 millones), 41.5 millones (69.2 %) operaron como trabajadoras o trabajadores subordinados y remunerados al ocupar una plaza o puesto de trabajo. Además, 13.0 millones (21.6 %) trabajaron de manera independiente o por su cuenta sin contratar empleadas o empleados. Por su parte, 3.5 millones (5.9 %) fueron personas empleadoras. Finalmente, 2.0 millones de personas (3.3 %) se desempeñaron en los negocios o en las parcelas familiares, es decir, contribuyeron de manera directa a los procesos productivos, pero sin un acuerdo de remuneración monetaria. Por sector de actividad económica, la población ocupada se distribuyó de la siguiente manera: los servicios concentraron 26.5 millones de personas (44.1 %); el comercio, 11.9 millones (19.8 %); la industria manufacturera, 9.8 millones (16.4 %); las actividades agropecuarias, 6.3 millones (10.5 %); la construcción, 4.7 millones (7.8 %), y «otras actividades económicas» —que incluyen la minería, electricidad, agua y suministro de gas—, 469 mil (0.8 %). Por su parte, 357 mil personas (0.6 %) no especificaron su actividad. Indicadores de la población subocupada La información de la ENOE, para noviembre de 2024, muestra que la población subocupada fue de 5.3 millones de personas. La tasa de subocupación se ubicó en 8.9 % de la población ocupada. Al distinguir por sexo, la tasa correspondiente en las mujeres fue de 9.3 % y en los hombres, de 8.6 por ciento. Según su lugar en la ocupación, las y los subocupados se concentraron en las y los trabajadores subordinados y remunerados, con 45.1 por ciento. Las y los trabajadores por cuenta propia representaron 42.5 por ciento. Informalidad laboral En noviembre de 2024, la población ocupada en la informalidad laboral fue de 32.8 millones de personas y la tasa de informalidad laboral 1 (TIL1) se estableció en 54.6% de la población ocupada. La TIL1 urbana fue de 44.1 por ciento Por otra parte, la ocupación en el sector informal fue de 17.5 millones de personas y significó 29.2 % de la población ocupada —tasa de ocupación en el sector informal 1 (TOSI1)—. La TOSI1 urbana fue de 26.3 por ciento. La población ocupada en la informalidad laboral considera, sin duplicar, a quienes son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan. También contempla a las personas cuyo vínculo o dependencia laboral no reconoce su fuente de trabajo. Así, se incluyen —además de la población que trabaja en micronegocios no registrados o sector informal— otras modalidades análogas, como las y los ocupados por cuenta propia en la agricultura de subsistencia, así como a quienes laboran sin seguridad social y cuyos servicios los utilizan las unidades económicas registradas.