Michoacán, aún lejos del milagro económico en la presente administración: Heliodoro Gil Corona

Desacelerado crecimiento económico, una deuda pública que continúa siendo muy onerosa, pérdida de dinamismo en inversiones y un magro crecimiento en el empleo formal persisten como constantes en la realidad michoacana

Maricruz Rios / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Al cumplirse tres años de la administración del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, si bien existen avances en materia de recaudación y ordenamiento del gasto, en Michoacán persisten serios desafíos en materia de economía y finanzas públicas.

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Desacelerado crecimiento económico, una deuda pública que continúa siendo muy onerosa, pérdida de dinamismo en inversiones y un magro crecimiento en el empleo formal persisten como constantes en la realidad michoacana, pondera Heliodoro Gil Corona, coordinador de Proyectos Estratégicos del Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM).

Continúan las problemáticas sistémicas y, contrario a la narrativa oficialista, se está lejos de cualquier tipo de "milagro económico”; “los retos de las finanzas públicas siguen siendo estructurales sobre los hay que seguir perseverando”, refiere el analista del CEEM.

No obstante, Gil Corona recordó que “la economía de Michoacán ha transitado recientemente por tres momentos complejos que han incidido en su restringido crecimiento”, y que han sido ajenas la política financiera implementada por la actual administración.

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En un primer momento, un marginal crecimiento heredado del Producto Interno Bruto Estatal (PIBE) de apenas el 0.4% en 2019, consecuencia de la escasa inversión pública estatal, desaceleración del empleo, déficits presupuestarios por el orden de 7 mil millones de pesos y contratación de más deuda en el ejercicio previo (del perredista Silvano Aureoles Consejo) por 3 mil 048 millones de pesos.

Después, en 2020 emerge la crisis económica por la pandemia de COVID-19, lo que conllevó una caída del PIBE del (-) 5.6%, con una pérdida arrastrada de más de mil 500 plazas formales en medio de la tendencia de déficits crónicos presupuestarios, más la contratación de nueva cuenta más deuda pública por 4 mil 090 millones de pesos.

El tercer momento es marcado por el rebote económico a partir del 2021, el cual, sin embargo, no fue tan evidente como en otros estados y ha mantenido un ritmo de desaceleración, alertó Gil Corona: 3.9% en 2021, pasa a 3.7% en 2022, baja el crecimiento a 3.1% en 2023 y en 2024 se estima cerraría rondando el 1.6%.

En este orden de ideas, el también profesor-investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) expone que se mantienen tendencias y problemas sobre las cuales se ha podido avanzar muy poco: “el déficit presupuestario sigue siendo factor que ha limitado la capacidad de inversión productiva del gobierno estatal”.

Explicó que en promedio de 2016 al cierre estimado en 2024, los pasivos presupuestarios alcanzan los 5 mil 687 millones de pesos anuales cubiertos con apoyos federales extraordinarios no regularizables principalmente para el pago de la nómina del sector educativo estatal.

Puntualizó que otro problema es que la estructura de los ingresos estatales depende en exceso del gasto federalizado: entre 2022 y 2024 los ingresos propios contribuyeron con el 7.8% y las transferencias federales en 92.2%.

Aseveró que además sí hubo más deuda pública, pues en octubre de 2021 se autorizó deuda por mil 400 millones de pesos y para el ejercicio de 2022 se autorizaron 470 millones de pesos. “En suma, se contrajo nueva deuda directa por mil 870 millones de pesos”, a lo que se suma un refinanciamiento que, si bien permite maniobrar más fácilmente al gobierno estatal en términos de los pagos necesarios para irla cubriendo, la extiende por más tiempo.

Reconoció que los principales indicadores de sostenibilidad financiera estatal técnicamente son razonables, “sin embargo, el tamaño de la deuda pública para un estado en condiciones de precariedad económica quita recursos fiscales a la población con múltiples carencias sociales”.

Valoró que en 2021 la deuda pública llegó a 31 mil 462 millones de pesos, en tanto que el segundo trimestre de presente año asciende a 26 mil 102 millones de pesos; “puesta la deuda estatal en una perspectiva social, podemos establecer que la deuda de los trabajadores ocupados en la formalidad disminuye, pero sigue siendo onerosa”.

Detalló que el costo del servicio de la deuda es gravoso, pues mientras en 2021 fue de mil 882 millones de pesos, actualmente se estima en 3 mil 512 millones de pesos; “mayor deuda bancaria y aumento de intereses son las principales razones”, indica Gil Corona.

A manera de balance, explicó que en estos tres años la economía de Michoacán ha observado un crecimiento moderado con una perspectiva más bien desacelerada en el periodo reciente.

Puntualizó que las actividades de la industria de la construcción aumentaron moderadamente en 1.8%, debido a la insuficiente inversión pública y privada, pero la creación de emplea ha sido escasa entre 2022 y 2024, en tanto que los ingresos por exportaciones, remesas y la Inversión Extranjera Directa (IED) han perdido dinamismo.

Las finanzas públicas siguen enfrentando retos estructurales, manifestó; “la gran conclusión es que los retos económicos siguen siendo sistémicos para impulsar el desarrollo sostenido, contener la desigualdad y revertir la pobreza”.