José Luis Ceja / La Voz de Michoacán Jiquilpan, Michoacán. La actual crisis económica que afecta a los Estados Unidos posterior a la contingencia sanitaria por COVID-19 repercutirá en algunas comunidades de la geografía michoacana cuya subsistencia depende enteramente de las remesas, de acuerdo con la versión Antonio Valencia Zepeda, líder migrante de la localidad de La Lagunita en la sierra de Jiquilpan. “En la Lagunita la única forma de tener ingresos es de lo que enviamos los migrantes, hay muy poca ganadería, muy poca siembra y la gente que se queda en la comunidad es gente que no puede trabajar, gente mayor o niños; entonces, esta crisis que vivimos ahora le va a afectar directamente a nuestros lugares de origen”, expuso. Señaló que la crisis económica se gesta a partir de la salida de la contingencia sanitaria y entre los efectos que se dejan sentir ya se encuentra el incremento en los intereses de los créditos bancarios e hipotecarios, que pasaron de3.9 al 7.0 por ciento y la moratoria de pagos que se autorizó en el marco de la pandemia de COVID-19. “Durante la pandemia se suspendieron los pagos, tú dejabas de pagar tu carro o tu casa y no había consecuencias, por ejemplo, durante dos años dejaste de pagar tu carro y ahora tienes que pagarlo como nuevo pero el valor real de tu vehículo es del 40 por ciento menos; si lo ves desde el otro lado lo que ocurre es que ahora la deuda de tu vehículo es 40 por ciento más de lo original y esto está acabando la economía, los empleadores en ciudades como San José y San Francisco empezaron a descansar gente, ves en Oakland, la gente viviendo bajo los puentes porque no hay posibilidades de pagar una renta”. Desde su punto de vista, dijo, el problema es que muchas personas no entendieron que lo que realmente se dio fue una suspensión de cobros y no una condonación como tal. “Hubo gente que pensó que el dinero que no se le cobraba por su auto o su casa era un regalo cuando en realidad lo único que ocurría era que estos cobros se estaban retrasando”. Sobre la forma en que esto afectará a las localidades de Michoacán, Valencia Zepeda expuso el ejemplo de su comunidad de origen. “Si hubiera una forma de comparar te diría que La Lagunita era la comunidad del municipio de Jiquilpan que más dólares recibía por semana, en promedio me atrevo a pensar en unos mil o mil 500 dólares semanales por familia, ese dinero sustentaba las además actividades porque de los envíos se pagaba el forraje para el ganado, la semilla, el fertilizante para la siembra, la medicina, la despensa semanal y de repente para la construcción y remodelación de viviendas”. Ante este panorama, dijo, al menos tomando su localidad como referencia, el sector de la construcción será el que se verá afectado en el corto plazo pues ante la reducción de las remesas dijo que, por ejemplo la organización La Lagunita, que aglutina a los migrantes de esta localidad que radican en diversas ciudades de Estados Unidos estima que durante las últimas semanas de este mes las remesas se reducirán hasta en un 40 por ciento “Ahora el migrante tiene que decidir qué hacer con su dinero, si tratar de sobrellevar la crisis que enfrenta en Estados Unidos o enviarlo a México porque en los dos lugares hace falta”. Pese a crisis no hay intención de regresar Pese a la complicada situación que atraviesan los migrantes debido también a la sobre protección de la parte patronal para con los trabajadores locales, no existe intención de retorno a sus comunidades por parte de los trabajadores migrantes. “La estamos pasando mal pero no queremos irnos porque el valor de nuestro trabajo aquí es lo que sostiene a nuestras comunidades, la gente de la Lagunita que vive en Estados Unidos es 20 veces más que los que viven en la comunidad, si nos regresamos todos ni siquiera cabríamos parados en toda la ranchería” Aunque análisis financieros internacionales apuntaban a una crisis económica durante el segundo trimestre de este año de acuerdo a Antonio Valencia destacó que es en los últimos dos meses que la comunidad de trabajadores latinos ha sentido el verdadero impacto principalmente porque, laboralmente, la mano de obra extranjera constituye el eslabón más débil de la cadena productiva. “Si las empresas o compañías van a recortar gente a los primeros que cortan son a los trabajadores de otros países para proteger a los americanos, a ellos los descansan cuando no les queda de otra”, explicó. Pese a que los analistas internacionales no logran ponerse de acuerdo si lo que ocurre se trata de una crisis o una recesión, el fenómeno económico está afectando a las comunidades de trabajadores migrantes en todos los sectores, de hecho, de acuerdo con Efraín Meléndez, trabajador de servicios gastronómicos en Los Ángeles, se les ha avisado que a partir del próximo domingo comenzarán los recortes de personal.