José Luis Ceja / La Voz de Michoacán Jiquilpan, Michoacán. Pese a que se dio ya la reactivación de eventos masivos luego del confinamiento y restricciones por la pandemia de COVID-19, la industria hotelera de esta ciudad no arroja los números positivos que se esperaban, toda vez que la mayoría de los asistentes a los festivales ofrecidos durante el fin de semana pasado eran vecinos de los municipios cercanos, destacó Karla García, integrante de la cámara local de hoteles. Destacó que datos de los socios de esta organización arrojan que la ocupación promedio en los diversos inmuebles afiliados no fue más allá del 40 por ciento y se trató no propiamente de turismo, sino de los diversos comerciantes y prestadores de servicios cuyas tarifas resultan más módicas. “En su mayoría eran comerciantes ambulantes que vienen uno o dos días, algunas parejas, pero realmente turistas no, y eso es porque la mayoría de la gente se trata de vecinos de Sahuayo, Villamar, Venustiano Carranza o San José, que van y vienen perfectamente en un máximo de media hora”. En ese sentido, dijo, pese a que la asistencia a los festivales realizados puede considerarse como un éxito, para los hoteleros de este municipio la realidad de los números indica que no hay tendencia al alza. Hoteleros, a punto de quebrar Ya desde octubre del año pasado, derivado de la contingencia sanitaria y la crisis económica que esto conlleva, representantes de la industria hotelera habían señalado estar a punto de cerrar sus espacios laborales. Javier Camacho Figueroa, empresario hotelero de esta ciudad, recordó que tras el primer cierre ocurrido durante el mes de marzo, en septiembre de 2020 se intentó un reapertura de los hoteles para recuperar las plazas laborales que estaban en riesgo ante la suspensión de actividades. Actualmente, dijo, en la idead de que con la reactivación de los eventos masivos pudieran incrementar la necesidad de espacios de hospedaje, los empresarios decidieron recontratar personal en la modalidad de destajo, esto es pagarles solamente en las fechas en que se registre la visita de huéspedes o contratar solamente por medios turnos o con salarios menores a los habituales. “Hay una diferencia porque esto está afectando mayormente a los hoteles familiares, que es donde se nos ha caído la ocupación, porque, a causa de la pandemia, las familias no viajan. En el sector de los moteles también ha caído, pero no es tan dura la situación porque su ocupación hotelera es apenas de unas horas por día”. Dadas las características de la oferta hotelera de esta ciudad, un hotel puede ser atendido por dos trabajadores para satisfacer los requisitos indispensables. Pese a ello y ante la escasa demanda, al menos dos de estos centros de trabajo se encuentran a punto de cerrar debido a la nula ocupación. “Seguimos aquí porque de esto depende el ingreso de varias familias, pero la verdad es que ya no es rentable, no se cubren siquiera los gastos de operación. Evidentemente nadie esperaba esto de la pandemia, habíamos venido teniendo una recuperación muy interesante durante noviembre y diciembre del año pasado, esperábamos un repunte importante en el periodo de Semana Santa de este año pero la verdad es que, contrario a eso, estamos a punto de cerrar; nosotros cerramos cuatro meses, cuatro meses en los que pagamos luz, agua, teléfono y algunos mantuvimos la planta laboral pero con las puertas cerradas, literalmente”. Recordó que a partir del nombramiento recibido por este municipio como Pueblo Mágico en noviembre del 2013, las autoridades locales y estatales en turno exhortaron a los hoteleros de esta ciudad a realizar inversiones en el crecimiento y mejoramiento de la infraestructura; incluso se diseñó una estrategia de localización y convencimiento de propietarios de tres inmuebles para que los convirtieran en pequeños hostales y satisfacer la demanda de alojamiento que se daría desde esa fecha. A siete años de este nombramiento, de acuerdo con hoteleros consultados, no fue necesaria la inversión y menos el crecimiento de la infraestructura que existía, ya que de esa fecha para acá, ninguno de los hoteles de esta ciudad ha registrado una ocupación total. Números 8 hoteles en la cabecera municipal 250 pesos por noches, costo mínimo de hospedaje 2 personas, fuerza laboral promedio por turno en hoteles Citas: “En su mayoría eran comerciantes ambulantes que vienen uno o dos días, algunas parejas pero realmente turistas no y eso es porque la mayoría de la gente se trata de vecinos de Sahuayo, Villamar, Venustiano Carranza o San José que van y vienen perfectamente en un máximo de media hora”, Karla García, prestadora de servicios Gráficas: Hotel de la localidad