Redacción / La Voz de Michoacán Ciudad de México. Si no hay escuelas, no hay necesidad de los productos de papelería y eso ha provocado una “caída brutal en la demanda”, afirmó Diego Céspedes, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Artículos Escolares y de Oficina (Anfaeo), quien calcula que la recuperación de su sector se dará hasta el año 2025. Céspedes lamentó que como resultado del confinamiento tras la pandemia, hasta el momento hayan cerrado 20 mil de las 120 mil papelerías que existían antes de la emergencia sanitaria. El periodo más complicado para el sector fue de marzo a agosto, cuando las unidades permanecieron cerradas; sin embargo, las clases vía remota han impactado sus resultados incluso con la apertura del sector. “A nivel industrial hay 50 fabricantes y las ventas están entre 40 y 60 por ciento abajo; el sector ha perdido aproximadamente 25 por ciento de la fuerza laboral. A nivel comercial las ventas han sido muy bajas en oficinas y las de escuelas son prácticamente nulas”, señaló. En 2019 las ventas del sector entre agosto y septiembre fueron aproximadamente de 18 mil millones de pesos. Expuso que con la promesa de un regreso a clases presencial de manera paulatina y conforme vayan descendiendo los contagios del virus por entidad, el sector podrá empezar a mejorar su situación, aunque estimó que no estarán lo suficientemente recuperadas para la temporada escolar de agosto próximo. “Creo que las ventas que tuvimos como sector en 2019, que ya fue un año afectado por una crisis económico política fuerte en México, no las recuperaremos sino hasta 2025 quizá. En el nicho alto ha habido algunas ventas de tiendas especializadas y comercio electrónico con Amazon o el e-commerce de algunas tiendas especializadas; las pequeñas han sufrido más”, dijo. Según cifras de Información Sistematizada de Canales y Mercados (Iscam) en octubre el canasto de papelería a nivel mayorista reportó una baja de 21.8 por ciento; en términos acumulados la baja sumó una variación negativa de 31.2 por ciento. “Hay una caída brutal de demanda la afectación económica al sector es brutal, independientemente del canal de distribución. No hay necesidad del producto cuando no hay escuelas”, puntualizó el directivo. Agendas, de las dañadas por el home office Un comienzo de año distinto causado por la permanencia en los hogares para evitar el contagio de la COVID-19 impactará en la venta de agendas. “Indudablemente, ahora al estar conectados vía remota tenemos un calendario electrónico en donde se agendan reuniones, limitando el uso de una agenda adicional para planear nuestro día”, señaló la cadena de tiendas de artículos de oficina Office Depot. En 2019, la compañía reportó un aumento en ventas de 6 por ciento, en comparación con 2018. Céspedes, de Anfaeo, mencionó que “seguramente todas las agendas que se vendieron al cierre de 2019 habrán tenido poco uso porque la gente estuvo encerrada en sus casas”. Indicó que este año se prevé una baja de al menos 15 por ciento en la comercialización de agendas 2021, en comparación con los resultados de 2019. Pese a ello, la disminución será menor a la que tuvo la venta de útiles escolares, que fue de 50 por ciento. Céspedes sostuvo que “las tiendas especializadas, departamentales autoservicio y grandes papelerías establecidas son los principales puntos de venta. La comercialización de agendas es muy estacional en temporada de cierre de año; en oficinas seguramente en todas las tiendas especializadas habrá venta, pero con una caída económica y un sector sumamente dañado”. Cifras de la investigadora de mercados Euromonitor International señalan que el segmento de las cadenas de venta de artículos de oficina pasó de tener en 2019 un valor por mil 566 millones de dólares a mil 499 millones en 2020. En el país, el mercado se encuentra liderado por Office Depot, que cuenta con 36.6 por ciento del total; seguido de Lumen, con 15.2 por ciento, y Office Max, con 14.4 por ciento. De acuerdo con información de Office Depot, en promedio los mexicanos destinan 315 pesos a la compra de agendas cada año y calculó que la temporada navideña acabaría con una baja de 15 por ciento en las ventas de los planeadores personales.