Independencia financiera de mujeres, clave para escapar de peligro; 1 de 4 sufren violencia

En el ámbito familiar, el 3.5 por ciento de las michoacanas afirma haber padecido algún tipo de violencia económica o patrimonial, mientras que este porcentaje se dispara a 20.5 en el caso de las agresiones por sus parejas.

Maricruz Rios / La Voz de Michoacán

Michoacán. Una de cada cuatro mujeres en Michoacán ha padecido violencia económica y patrimonial a lo largo de su vida, señala la edición 2021 de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh), que realiza el INEGI.

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En el marco del Día Internacional para la Erradicación de la Violencia de las Mujeres, el tema de la emancipación económica sigue siendo uno de los grandes desafíos, pues se considera que la independencia financiera es también clave para escapar de círculos de violencia más peligrosos.

El ejercicio que lleva a cabo cada cinco años el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) detalla que el 26.5 por ciento de las michoacanas ha sufrido algún tipo de violencia económica o patrimonial a lo largo de su vida, mientras que el 16.9 por ciento la padeció durante los últimos doce meses al levantamiento de la encuesta.

De acuerdo con el Marco Conceptual de la Endireh 2021, la violencia económica es toda acción u omisión de la persona agresora que afecta la supervivencia económica de la víctima. Usualmente se manifiesta a través de limitaciones encaminadas a controlar su ingreso económico, así como también lo puede ser la percepción de un salario menor por igual trabajo dentro de un mismo centro laboral.

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La violencia patrimonial, por su parte, se define como la transformación, sustracción, destrucción, retención o distracción de objetos, documentos personales, bienes y valores, derechos patrimoniales o recursos económicos destinados a satisfacer las necesidades de las mujeres y puede abarcar los daños a los bienes comunes o propios de la víctima.

En el ámbito laboral, la Endireh apunta que la quinta parte (20.8 por ciento) de las mujeres sufrió un acto discriminatorio en el último año, que es el tipo de violencia más común en esta esfera; además, el 3.5 por ciento de ellas refirió haber sido acosada, hostigada o violentada de alguna forma mediante canales digitales, principalmente mensajería y redes sociales. El estudio señala que el principal agresor suele ser un compañero de trabajo, según el 32.2 por ciento de las entrevistadas. 

No obstante, el INEGI también menciona que existe una discriminación de parte de las empresas y jefes, que, por ejemplo, les han pagado menos que a un hombre que hace el mismo trabajo y en el mismo puesto (11.8 por ciento), han tenido menos oportunidad que un hombre de ascender (11.2 por ciento), y han recibido menos prestaciones que un hombre en el mismo cargo (7.4 por ciento).

De todo este universo de violencia en el ámbito laboral, únicamente el 6.5 por ciento de las víctimas presentó una denuncia o queja en forma.

En el ámbito familiar, el 3.5 por ciento de las michoacanas afirma haber padecido algún tipo de violencia económica o patrimonial, mientras que este porcentaje se dispara a 20.5 en el caso de las agresiones por sus parejas.

Fuerza Mujer

En Michoacán, uno de los programas actuales dirigidos al empoderamiento de la mujer y su emancipación económica es Fuerza Mujer. Orientado originalmente para operar en los 14 municipios con Alerta de Violencia de Género desde 2016, con el paso del tiempo se ha ampliado para atender proyectos productivos de féminas en todas las regiones, no sólo como método para salir de los círculos de violencia, sino para apoyarlas directamente en sus proyectos de emprendimiento.

En sintonía con estrategias similares en los últimos años, estos apoyos económicos conjuntos puede solicitarlos una persona o a grupos de seis a doce mujeres que necesiten impulsar o arrancar su negocio; la meta inicial era beneficiar a cerca de 20 mil michoacanas.

Este tipo de créditos tienen la ventaja de que las integrantes se hacen responsables de que todas las beneficiadas paguen en tiempo y forma, lo que no sólo evita futuros adeudos, sino que les permite en un futuro tener acceso a mayores cantidades crediticias. Además, se acompaña de capacitación para el aprendizaje de oficios mediante el Icatmi, o para el emprendimiento, con Sedeco.

“Los casos de violencia, muchas veces, están relacionados directamente con la falta de autonomía económica y, por medio de estos apoyos se logra que las mujeres desarrollen todo su potencial, de ahí la importancia del acompañamiento y capacitación para que el financiamiento sea ejercido de la mejor manera”, ha referido Areli Gallegos, directora de Sí Financia, la banca estatal de desarrollo que coordina el programa.

Asimismo, la titular de la Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres Michoacanas (Seimujer), Tamara Sosa Alanís, ha expuesto que este programa “busca contribuir a la autonomía económica de más mujeres mediante el fortalecimiento de sus emprendimientos y negocios”, entendiendo que la independencia económica es la base de la certeza para poder escapar o alejarse de escenarios de violencia dentro de sus contextos familiares.

“El fomento de la autonomía económica de las mujeres está relacionado con la eliminación de la violencia contra ellas y su participación política; la falta de ésta, en conjunto con una discriminación generalizada de género y el reforzamiento de estereotipos tradicionales, afectan la capacidad de las mujeres para participar equitativamente en todos los aspectos de la vida pública y privada”.