Redacción / La Voz de Michoacán Ciudad de México. México está adentrándose cada vez más a la industria del cannabis. Con la aprobación del reglamento de la ley general de salud en materia de cannabis, el país abre paso a más investigación sobre cannabis con fines médicos. Sin embargo, todavía existen áreas de oportunidad para los empresarios en este y otros sectores. Israel Madrid, director del Consejo Mexicano de Cannabis y Cáñamo (CMCC), compartió algunos retos a los que la industria se enfrenta. Identificó 3 maneras en que el cultivo puede ser utilizado en México. Esto, en el marco de The Cannabis Expo, en la Ciudad de México. 1. Importación de materias primas como impulso para entrar en la industria del cannabis Para empezar a cultivar cannabis será necesario hacer la importación de semillas mediante laboratorios previamente certificados. “Es una labor muy compleja de las comunidades, los inversionistas y el gobierno. Desde Baja California hasta Quintana Roo hay miles de personas que ya están visualizando entrar al mercado.” dijo Madrid. Calcular cuál es la inversión inicial para comenzar un cultivo de cannabis depende mucho del tamaño del terreno y las condiciones. Por ejemplo, hacer la instalación de un invernadero especializado puede significar una inversión de cerca de 20 millones de pesos, mientras que hacerlo sin ningún tipo de instalación especial y solo al aire libre puede significar un menor costo, pero ser más complicado de cultivar. Hay que tomar en cuenta también de dónde vienen las semillas que se utilicen ya que el costo puede variar mucho: semillas importadas desde Amsterdam pueden costar entre 5 y 25 euros cada semilla dependiendo la cepa de cannabis que quieras, de acuerdo a Dutch Passion, segunda compañía de semillas de cannabis de Europa. Actualmente hay 6 laboratorios afiliados a la CMCC que están buscando obtener los permisos de importación con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). Madrid dijo que espera que estén listas en septiembre. 2. Establecer un plan estratégico para la investigación Otro de los obstáculos es que todavía no hay un plan estratégico para desarrollar la investigación en el país. De acuerdo con Madrid, ya se trabaja en uno. En enero de 2021 se publicó el reglamento en materia de control sanitario para producción, investigación y uso medicinal de cannabis en el Diario Oficial de la Federación. En este, se aprueba la investigación farmacológica y para la salud, además de la fabricación de medicamentos y otros derivados. Con esto, es posible continuar con la investigación para establecer protocolos médicos e investigación de cannabinoides y otras moléculas. lo que de acuerdo con Madrid sería una gran ventaja para México ya que muy pocos países pueden hacerlo. “Aún hay muy pocos países que pueden hacer investigación completamente legal basada en cannabinoides, así que esta es una muy buena área de oportunidad que podemos aprovechar” añadió Madrid. La investigación que se puede hacer en México puede servir como base para desarrollar una industria de gran tamaño. 3. No todos los estados tienen reglamentos para fortalecer la industria El uso del cáñamo industrial ya está permitido, pero todavía están pendientes de ser aprobadas algunas normas. Aun así, el CMCC ya comenzó a desarrollar el mercado en estados como Hidalgo y Tamaulipas, que ya están adecuando sus tierras para convertirlos en campos de cultivo para cáñamo industrial. Para poder hacer siembra y cultivo del cannabis, el CMCC está promoviendo la realización de reglamentos estatales basados en la ley que ya ha sido aprobada, con el fin de tener mejor regulación. Actualmente ya tienen proyectos en Jalisco, Hidalgo, Yucatán, Tamaulipas, Nayarit y Guerrero. “Se espera que en México la industria del cáñamo aporte entre 5 mil y 6 mil millones de pesos para el año entrante”, dijo Tomas Ryzêk, director de Hemp Solutions, en videoconferencia durante la introducción de su compañía a México. Se considera cáñamo a toda planta de la familia del cannabis que tiene bajo porcentaje de Tetrahidrocannabinol (THC), que es componente psicoactivo, y de donde se saca mayormente el CBD. Las partes de la planta utilizadas para el uso industrial son el tallo y las raíces. Con ellos se puede fabricar papel, pañales e incluso se está investigando como alternativa dentro de las industrias automotriz y textil.