Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Integrantes del Consejo Coordinador Empresarial en Michoacán (CEEM) realizaron un enérgico llamado a las autoridades de gobierno de todos los niveles para afinar la estrategia de reactivación económica en Michoacán, pues la mejora a partir de la llamada fase de reapertura ha sido magra y el término como tal de periodo vacacional, a partir de agosto, comienza a mostrar retroceso sobre lo poco ganado. En rueda de prensa celebrada este martes, representantes de los sectores comercio, restaurantero, hotelero, industrial, de la construcción, vivienda y varios más señalaron que las pérdidas económicas han sido millonarias, a lo que se suma la pérdida de poco más de 19 mil 500 plazas formales y la incertidumbre que persiste de seguir operando debido a las ventas y la crisis económica. Liderazgos de las cámaras empresariales refirieron que prácticamente 250 mil empresas en el estado han sido trastocadas por el llamado efecto coronavirus. En un balance inicial, el PIB estatal ya perdió al menos 11 mil 500 millones de pesos de marzo a la fecha, aunque las mermas en lo particular de cada sector son más amplias e irán reflejándose con el paso de las semanas. Raymundo López Olvera, presidente del CCEM, señaló que era necesario ajustar el esquema de reactivación económica, para ello ya cuentan con peticiones específicas con las que buscan generar acuerdos con las autoridades “que nos permitan levantarnos con la frente en alto ante la situación que estamos viviendo”. En este sentido, destacó que la pérdida de plazas se ha mantenido hasta el mes de julio, “y la cifra actual ya es cerca del 4 por ciento del total de empleos formales, todo lo demás es un efecto en escalera”. Por su parte, Roberto Molina Garduño, presidente en Michoacán de la Cámara Nacional de la Industria Maderera (Canainma), refirió que hace ruido en el sector empresarial el eslogan estatal ‘que no te maten las ganas de salir’, en donde, si bien reconoce que la salud es lo primero, se ha tratado de un mensaje fuerte que puede afectar a empresas que dependen, precisamente, de la asistencia de las personas. Roberto Molina destacó que preparan ya desde el empresariado una campaña, ‘Michoacanos por Michoacán’ y enfocada principalmente al sector de servicios turísticos, para generar promociones, fidelidad con el cliente e incluso nuevas sinergias con los distintos niveles de gobierno. Y es que, contrario a lo referido recientemente por la autoridad estatal de que el turismo comenzaba a dar pequeños, pero notables visos de mejoría al partir de una ocupación cero debido en la pandemia, cámaras empresariales siguen viendo a este rubro como uno de los más golpeados y con una tendencia que nuevamente hacia la baja. Juan Manuel Abud Mirabent, presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles del Estado de Michoacán (AHMEMAC), destacó que la ocupación se recuperó a 5 y 25 por ciento de su capacidad en junio y julio, respectivamente, pero la persistencia en restricciones de movilidad, el término del periodo vacacional y la cancelación de diversos eventos y actividades anticipan una nueva caída a partir de agosto. Además, la reapertura de hoteles no ha sido total y uno de cada diez hoteles mantiene actividades suspendidas debido a las contingencias sanitaria y económica. En este sentido, se destacó que el sector turismo ha perdido por lo menos 2 mil 500 millones de pesos en derrama económica, 900 millones sólo durante la Semana Santa, que se atravesó durante el momento de aislamiento obligatorio. Alejandro Hernández, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac) en la entidad, manifestó que también ha jugado en contra la serie de disposiciones y carga fiscales desde el gobierno federal. Comentó que ya han mandado peticiones y planteado esquemas fiscales que les permitan mantener y recuperar el paso, pero no se ha tocado prácticamente el tema. Una de las molestias más grandes tiene que ver con los nuevos tributos en las aplicaciones de entrega de comida a domicilio, pues entre el impuesto por el servicio y la retención de un tercero del impuesto por la venta de la comida, pueden perder hasta el 40 por ciento del ticket de consumo. En este caso, se calcula el cierre de 200 establecimientos agremiados a la Canirac, la pérdida de mil 500 empleos y una merma de 4 mil 500 millones de pesos por ingresos que no se dieron como en años anteriores. En lo que respecta al sector de la construcción, Jesús Antonio Mazier Contreras, líder de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CMIC), recordó que al menos el 10 por ciento de las constructoras en la entidad han cerrado ante la falta de trabajo, tanto por la pandemia misma como por la falta de inversión pública federal. Las empresas de la construcción que se mantienen están operando a una cuarta parte de su capacidad, según comenta la misma CMIC.
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