Rogelio Arellano / La Voz de Michoacán Uruapan, Michoacán. En materia de seguridad e imagen para Michoacán el saldo sigue siendo negativo, lo que dificulta el progreso hacia entornos de paz, indispensables para arropar una reactivación económica en rubros significativos como el turismo, señalaron dirigentes de la cámara de comercio en torno a los sucesos de San José de Gracia, en el municipio de Marcos Castellanos, al occidente del estado, ello en vísperas del periodo vacacional de Semana Santa. Difícil, complicado, anormal, preocupante, son algunas de las expresiones del comercio organizado en Uruapan, territorio que no ha sido ajeno a sucesos de barbarie extrema a través de ejecuciones masivas, como los 22 “colgados” sobre la salida a la Autopista Siglo XXI, el asesinato de jóvenes, adolescentes y niños en un negocio de maquinitas de la colonia La Magdalena; los 19 muertos en una balacera entre bandas criminales en la zona suburbana al sur de la ciudad y el mortal ataque contra los asistentes a un velorio en la avenida Juárez. Aun cuando la Fiscalía General del Estado no tiene elementos para precisar el número de muertos en San José de Gracia, la realidad es que todo se reduce a “otra vez Michoacán”, entidad que también destaca por su zona de guerra en Tierra Caliente, señaló Guadalupe Alfaro, directora de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Uruapan (Canaco-Servytur). Los eventos que giran en torno a la Sema Santa, como el Tianguis Artesanal de Domingo de Ramos, son escaparates inmejorables para ayudar a la reactivación económica en tiempos de pandemia, e incluso de inseguridad moderada; sin embargo, cuando la violencia llega a niveles de ejecuciones masivas, el entorno se traduce en el repliegue de la sociedad como medida de autoprotección y, por ende, no es una prioridad viajar para aprovechar el periodo vacacional. Las acciones oficiales de los tres niveles de gobierno para contener sucesos de esta naturaleza deben llegar en lo inmediato. No es bueno que la sociedad llegue a niveles de acostumbrarse a los actos de barbarie y el repliegue en automático para alejarse de estos entornos”, dijo la dirigente de los empresarios locales. La recuperación del estado de derecho es fundamental para avanzar hacia una verdadera seguridad, que es el elemento indispensable para el desarrollo de todas las cadenas productivas, entre ellas la industria turística, la cual para Uruapan y Michoacán es muy significativa, pero lamentablemente se trata de un sector muy castigado en los últimos años por esos índices de violencia. A lo anterior hay que sumarle dos años de pandemia y se obtiene un resultado complicado, por eso la necesidad de que los gobiernos actúen en tiempo y forma. “Otra vez en vísperas de Semana Santa ocurre algo que altera o intranquiliza a la población”, puntualizó Guadalupe Alfaro, quien consideró que sucesos como los de San José de Gracia invariablemente generan que las agendas vacacionales de propios y extraños se modifiquen. Ser el epicentro de una expresión cultural que reúne a más de mil 200 artesanos de las cuatro etnias del estado para ofertar cientos de miles de artículos únicos, es el escenario del que también miles quieren ser actores; sin embargo, cuando ese atractivo se ubica en un territorio violento, nadie quiere ser parte de las estadísticas de daños colaterales de una guerra entre bandas delictivas. Superar el estado crítico de la cuarta ola de la pandemia de COVID-19 ha sido un fruto de todos para mejorar la movilidad con mayores aforos y es un hecho que en breve posiblemente las actividades no tengan ninguna restricción, más allá de cumplir con las medidas preventivas básicas: sin embargo, resta garantizar que no habrá sucesos violentos que en cualquier parte inhiben el flujo de visitantes, indicó la entrevistada. Cabe mencionar que apenas la semana pasada, artesanos y autoridades del municipio y del estado anunciaron avances sustanciales en los preparativos para el desarrollo del Tianguis Artesanal del Domingo de Ramos, evento que en años pasados ha sido el atractivo para miles de visitantes que también generan derrama económica en otros puntos del estado.