Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Con el objetivo de encaminar el estado hacia una ruta de reconciliación y mejores oportunidades para todos, quedó instalado este martes Consejo Económico y Social de Michoacán (Cesmich), “un espacio de consulta, orientación y creación de políticas e ideas que beneficien a los sectores sociales, económicos y productivos del estado”, según la postura del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla. En medio de una profunda crisis social propiciada por una debacle económica que se refleja en la precariedad laboral, inflación histórica y pocas oportunidades de desarrollo, el Cesmich tiene ante sí una situación compleja en donde buscará conectar con la ciudadanía para encaminar propuestas de política pública en diversos sectores, particularmente los productivos. El Consejo está integrado por 50 titulares y sus respectivos suplentes en las áreas agropecuaria, forestal y pesquero, empresarial, y de transporte, así como en los rubros educativo, cultural y científico, medioambiente, salud, pueblos originarios, religioso y sociedad civil organizada. No se trata de una ocurrencia, defendió la autoridad. “El Consejo es un instrumento establecido por la ley para tener un espacio de consulta, de orientación, de creación de políticas, de ideas y llevarlas a las instancias gubernamentales para que se concreten”, justificó el mandatario, pese a que este tipo de ejercicios ha venido reciclando históricamente a los mismos actores. Durante la sesión de instalación se refrendó como presidente del Cesmich al exdiputado Eduardo Orihuela Estefan. El priista habría sido recomendado por distintas organizaciones de la iniciativa privada, incluyendo el Consejo Coordinador Empresarial del Estado de Michoacán (CEEM) y fue nombrado directamente por el Gobernador. “Michoacán requiere reconciliación, trabajo en unidad, en equipo, ensalzar nuestros grandes valores y, sobre todo, que nuestra sociedad se ponga por delante de los intereses particulares y para eso se requiere voluntad de servicio, que las cosas sucedan por pequeñas que sean”, apuntó el titular del Ejecutivo estatal. “Todos y cada uno de ustedes son líderes, tenemos que aportar en un mismo sentido. Todas las opiniones serán tomadas en cuenta. Este Consejo es la muestra de que el estado puede salir adelante”, agregó Ramírez Bedolla. Del Congreso al Consejo Por su parte, Eduardo Orihuela Estefan, presidente del Cesmich, aseguró que la instalación de este aparato marcará un parteaguas en la dinámica de interrelación entre la sociedad civil y el poder público en el estado. “Tenemos una sociedad atomizada, que anhela y necesita resiliencia para salir de tantos problemas traumáticos; nuestro tejido social está profundamente lastimado y la violencia aflora en todos los niveles, desde el simple discurso a la física, pasando por la política, la de género, la económica, la que se expresa en las redes sociales. Estamos regresando progresivamente a un estado violento que limita la razón”, refirió durante su discurso. Pese a venir de una legislatura (la 74) señalada en múltiples ocasiones por congelar discusiones de gran relevancia, incluyendo la interrupción legal del embarazo e impuestos correctivos, en esta ocasión afirmó que “la sociedad se ve rodeada de instituciones que no han dado respuestas claras ni efectivas a nuestros problemas y los ciudadanos no se han sentido representados, ni atendidos y pocas veces escuchados”. Por ello, aseveró, “tenemos que aprender a tolerar, a escuchar, a dialogar, a abrirnos a la pluralidad y ser flexibles para entendernos; ser rigurosos para definir los valores que nos identifican y nos subliman, combatir lo que nos denigra y nos lastima”. Recordó que desde 2011 surgió en Michoacán la idea de construir un espacio que calificó de neutral y plural, al referirse al Cesmich, “donde las voces de los principales sectores puedan escucharse, donde se pueda debatir, proponer y, finalmente donde se pueda acordar”. Sobre ejercicios similares en el pasado, matizó que “desafortunadamente, por distintos problemas, este consejo nunca tuvo el respaldo necesario para lograr las transformaciones”. Sin embargo, “hoy se instala de nuevo y tenemos la misión de promover el diálogo, los acuerdos entre los diferentes sujetos sociales y económicos del estado y convertirnos en la herramienta para que los michoacanos puedan proponer soluciones, generar e implementar ideas innovadoras, presentar iniciativas de ley, aportar la participación ciudadana, ser contralores sociales y promover el dialogo entre gobierno y sociedad”. Finalmente, declaró que la misión es cambiarle el rostro a Michoacán, “un estado donde la educación sea la base para el desarrollo económico y así abatir la pobreza transgeneracional”.